Wolfgang Pauli (1900 – 1958) fue el físico austríaco, Premio Nobel de Física en 1945, a quien debemos, entre otras cosas, dos realidades fundamentales de la mecánica cuántica: el “spin” del electrón y el “principio de exclusión” que lleva su nombre, y que desde su enunciado en 1925 estableciendo que no pueden existir en un átomo electrones con el mismo estado físico, es decir, con los mismos números cuánticos, permitió comprender la estructura electrónica de los orbitales atómicos y por tanto el “llenado” progresivo y secuencial de la tabla periódica de los elementos. Pauli fue profesor de física teórica de la Escuela Politécnica Federal de Zürich, en la que había estudiado Einstein.
Hacia 1930 y por motivos personales,
su padre aconsejó a Pauli entrar en relación con Carl Gustav Jung (1875 –
1961), quien ejercía por entonces como psiquiatra y psicoanalista en Zürich,
llegando a ser amigos, manteniendo encuentros y una larga correspondencia que
sólo se interrumpió por la muerte de Pauli en 1958.
“La física de lo
microscópico obliga nuevamente a entrar en escena al observador, `señorito´ de
la creación dentro de su microcosmos, quien posee la facultad de elegir e
influenciar de manera fundamentalmente incontrolada al objeto observado. Pero
como esos fenómenos dependen de la manera en que son observados, ¿no hay quizá
pues también fenómenos que dependen de la persona que los observa? Y como las ciencias naturales, que desde
Newton perseguían un ideal determinista, tropiezan con el “quizá” básico del
carácter estadístico de las leyes de la naturaleza, ¿no debería de haber un
lugar para todos aquellos fenómenos en que la distinción entre “físico” y
“psíquico” no tienen ya sentido al fin y al cabo, lo mismo que la distinción
entre “física” y “química” hoy en día?.”
W. Pauli, carta a C.G. Jung, 1947, Correspondencia 1932 – 1958.
“Estoy convencido de
que la realidad sobre la que tratará la futura ciencia no será ni “psíquica” ni
“física”, sino que de algún modo tendrá esas dos características a la vez, sin
ser ni una ni otra.”
W. Pauli, carta a A. Pais, 1950.
Referencia bibliográfica:
Étienne Klein, ¿De dónde vienen las ideas científicas?, 2013.
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