En un mundo cada vez más urbanizado
las diferencias entre lo urbano y lo rural comienzan a ser pensadas de otro
modo. La extensión progresiva del modo de vida ciudadano ha hecho que lo urbano
se encuentre más allá de los límites de la ciudad, en los lugares más
insospechados de los territorios que conforman vastas regiones urbanas. (…)
El sistema (…) es repensado en
términos de regionalización de las estrategias de competitividad al mismo ritmo
en que sus paisajes industriales son sustituidos por la arquitectura
internacional de firma. La ciudad industrial es sometida a un severo proceso de
estetización análogo al puesto en marcha en muchas otras ciudades del mundo.
La mercantilización del cuerpo urbano
ha encontrado en el turismo de ciudades la excusa casi perfecta para intervenir
en el relato identitario de las ciudades (…).
Larrea, A. Euskal Hiria, Introducción, 2012.

La ciudad no es abstracta, mas que cuando es falsa, abstracta es la globalización, la ciudad siempre es concreta además de abstracta. Por eso hay estados, en plural, incluso cuando ellos son quienes administran la globalización y quienes han sido de siempre sus agentes. (…)
Y no hablemos de esa retórica penosa
de “los valores”, que no es sino una ambigüedad vergonzante para poder
introducir bajo mano como indiscutibles incluso realidades que avergonzarían al
viejo Kant.
Ripalda, J.M. Euskal Hiria, Prólogo, 2012.
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