Hay personas de todas las edades que
utilizan el móvil en la calle y dan visibilidad a sus sentimientos y a sus
relaciones afectivas. Añaden de buen grado detalles íntimos y, sin dar muestras
de vergüenza, pronuncian en público deliberadamente algunas frases en voz alta,
como si tuvieran necesidad de exhibicionismo. Las expresiones de su rostro
después de la llamada, no nos hacen pensar en un sentimiento de vergüenza,
nacido del hecho de verse sorprendidos inoportunamente en un momento delicado
de la conversación. Solo hemos sido testigos, casi necesarios, de su necesidad
de hacerse visibles. Al final parecen estar muy satisfechos de haber sido
sorprendidos en su intimidad por un público ignorante, reunido para la ocasión.
No tienen nada que esconder, nada de que avergonzarse. (Luciano Di Gregorio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario