sábado, 28 de julio de 2012

Sobre minas de hierro, Fueros de Bizkaia, y canciones del Athletic Club de Bilbao.



Recientemente he tenido la oportunidad de ir a La Arboleda-Zugastieta,  Ayuntamiento de Trápaga, en Trapagarán, Bizkaia, dos veces en un mes.



Una de las veces subiendo hacia Peñas Negras, hasta llegar al mojón en que se juntan tres municipios mineros de Bizkaia: Ortuella, Galdámes, y Abanto-Zierbena (cuya pueblo capital es Gallarta).

En la primera excursión nos centramos en admirar el bello parque natural en que se ha convertido la antigua explotación a cielo abierto de mineral de hierro, ahora césped, lagunas, esculturas de hierro...precioso!. Hay que esforzarse un poco para imaginarse el trabajo de la enorme mina que allí hubo.



Ahora hasta hay un campo de golf cerca. Pero viendo el Museo de la Minería, y el funicular de La Reineta, o Triano, las ruinas del Hospital de Mineros que dirigió el Doctor Areilza, no es tan difícil de imaginar el pasado.



Al llegar, el pueblo estaba soleado, animado, y bonito. Un aperitivo, y a comer las famosas alubias en un restaurante de allí.





La segunda visita fue con unos amigos, y haciendo un poco de monte hasta Peñas Negras, y vuelta, comida incluida, dio para hablar algo más.

El hierro de Bizkaia, y del País Vasco en general, ha sido históricamente famoso desde la antiguedad clásica, y también en las edades media y moderna. A este respecto Shakespeare cita los "bilbos" refiriéndose a buenas armas de hierro vasco.

La producción tradicional de hierro en Euskal Herria, se realizaba en la ferrerías, llamadas "Oleak" en euskera, con discreta extracción de mineral, y empleando carbón vegetal, de madera, como medio de combustión. Fue la Revolución Industrial, (que dio origen al socialismo, y tras la abolición foral, que dio origen al nacionalismo), la que trae e implanta el alto horno, el carbón mineral (traído de fuera), y las grandes minas para explotar el mineral de hierro.

Los cambios políticos, económicos, productivos, y sociales fueron por supuesto enormes, y han perdurado hasta el desmantelamiento de la industria pesada de Bizkaia, a fines del siglo XX,  coincidiendo con el ingreso en la Unión Europea, lo que supuso impacto en muchos empleos, y la necesidad de cambiar de modelo urbano, y de modelo productivo de bienes y servicios, y también de formación  e innovación en el Gran Bilbao, es decir, villa de Bilbao y pueblos de las orillas del Ibaizabal-Nervión, principalmente.

La situación en el siglo XXI es la ya conocida, y que estamos viviendo actualmente: globalización, crisis financiera, y el modelo europeo,  cuestionando el estado del bienestar, el empleo, la democracia, y el modelo social, y en general los grandes poderes financieros imponiendo sus condiciones a gobiernos y estados. El capital, los bienes y servicios, y el trabajo-empleo, no se globalizan por igual. Y por supuesto, modelos económico-productivos que no han sido iguales según y donde, con las consecuencias que nos está tocando vivir. La gobernanza global se va imponiendo.

La minería moderna, la que se desarrolló en Euskal Herria durante la Revolución Industrial, tuvo su núcleo en los montes de Triano, en Bizkaia, de donde se extraía el hierro que alimentaba la gran industria vasca, y donde se dieron las condiciones socio-económicas que dieron lugar al nacimiento del movimiento obrero en el País Vasco. La llegada de trabajadores a las minas originó la creación de poblados como La Arboleda-Zugastieta, una barriada surgida en 1877 de la concentración de casas y barracones, muchas veces de madera.

Este barrio se convirtió en el principal núcleo habitado de toda la zona. Hoy es un barrio más de Trapagarán, pero conserva numerosos vestigios de su pasado minero: las minas a cielo abierto abandonadas, y el propio pueblo, aunque modernizado. Sin embargo, aún se conservan algunas de las casitas de madera que fueron cobijo del proletariado industrial.


La tradición foral secular de las provincias vascas, incluido el viejo reino de Navarra tras su invasión y anexión, fue respetado por la dinastía borbónica en su llegada al trono español, tras la Guerra de Sucesión, a principios del siglo XVIII, por haberse posicionado en su favor, cosa distinta de lo que ocurrió en Cataluña, que vio anulados sus Fueros con Felipe V, tras su llegada al trono en 1700.

Pero transcurrido el siglo XVIII, y tras la invasión napoleónica de principios del siglo XIX, como consecuencia de un proceso de intención histórico, y tras la Constitución de Cádiz de 1812, que no inflamaba los ánimos de los territorios forales igual que en otros, sino lo contrario, volvió el afán de abolición foral.

A la muerte de Fernando VII, su sucesión genera el comienzo de las guerras carlistas, entre los liberales, partidarios de su hija Isabel, y los carlistas partidarios de su hermano Carlos. Dichas guerras, con intervalos, duraron desde 1833 hasta 1876. En la primera guerra brilló Tomás de Zumalakarregi, hasta su muerte en 1835 a causa de una herida recibida en el sitio de Bilbao. La última guerra, tras la derrota de 1876, supuso la abolición foral, salvo los Conciertos Económicos y las Diputaciones Forales, que ya en estos tiempos continúan como parte de los Estatutos de Autonomía.

Pero las Guerras Carlistas del siglo XIX fueron en Euskal Herria mucho más que un conflicto dinástico y religioso. Estaban en juego los Fueros, usos, y costumbres del País, incluido por supuesto el idioma. Y muchos intereses económicos internos y externos. En general, las clases altas y las villas comerciales fueron liberales, y los pueblos fueron carlistas. Y aún en dichas villas, el pueblo llano solía ser carlista, o sea fuerista. Con la derrota carlista-fuerista en la última de dichas guerras, y la abolición foral de 1876, surge el nacionalismo como ideología, y se posibilita a la oligarquía la explotación de mineral de hierro a gran escala, con socios extranjeros, con los que también se inició la industria del acero, los altos hornos, y las navieras que servían tanto para traer el carbón como para llevar el hierro. Todo lo cual originó el nacimiento de la clase obrera en el País, y con ella el socialismo histórico en el mismo.

A fines del siglo XIX, Bilbao y la orilla izquierda de su Ría se industrializan por completo, en condiciones traumáticas, tanto o más que las de ahora.
Con ocasión de una huelga general, se declaró el estado de guerra, e intervino el ejército al mando del general Loma, quién se tomó la "molestia" de visitar los pabellones mineros, tras de lo cual, y viendo sus condiciones de vida, les dio la razón en sus exigencias, y arbitró en su favor, por aquella vez.

En esa época se fundan en Bilbao muchas empresas y bancos, y también entidades educativas, sanitarias, y deportivas. Por ejemplo, la Universidad de Deusto se fundó en 1886, la Escuela Superior de Ingenieros Industriales en 1898, y también en 1898 el Athletic Club de Bilbao. La inauguración del campo de fútbol de San Mamés tuvo lugar en 1913, ya a principios del siglo XX.

El Hospital de Mineros dirigido por el Doctor Areilza, dio luego origen al  Hospital de Basurto. En ambos casos los pabellones fueron financiados por familias de la oligarquía.

Lo que ha empezado siendo un par de excursiones se ha ido poniendo "serio" en esta exposición, así que acabaremos con un par de anécdotas.

Los técnicos de las minas de hierro de las que hemos hablado, a fines del siglo XIX, eran ingleses frecuentemente. Ellos se encargaban, entre otras cosas, de analizar el mineral. Si el mineral de hierro era de excelente calidad, lo que ocurría con frecuencia, escribían en la papeleta correspondiente: "All iron", es decir: "todo hierro", y los mineros recibían entonces una prima o plus. Evidentemente, era motivo de alegría en cuanto alguien podía leerlo, lo cual en versión castellano era: "Alirón", es decir, el aviso se gritaba: "alirón, alirón...!".

En las minas de hierro de entonces, los agujeros para introducir los cartuchos de dinamita y desprender las rocas, previamente a su posterior troceo, los llevaban a cabo unos trabajadores cualificados llamados barrenadores, de constitución atlética, los cuales mediante palancas de acero percutían en las rocas para hacer un agujero donde luego se introducía el cartucho.
Por cierto que ello originó un juego de "palankaris", para ver quién lanzaba la barra de acero más lejos, con un estilo particular, que luego hubiese permitido batir los records de lanzamiento de jabalina en las Olimpiadas, pero no fue homologado. Dijeron que había que lanzar por encima del hombro, y no volteando al nivel de la cintura, lo cual permitía alcanzar distancias mucho mayores. Curioso, porque en salto de altura luego ha valido el estilo "Folsbury", saltando altura de espaldas...

Encima de Bilbao la Vieja también había minas, aún quedan las galerías. Parece ser, me han dicho, que el nombre que recibía el barrio de "picos pardos" de Bilbao, la Palanca, podría venir del hecho de que los barrenadores iban allí con sus palancas, para evitar que se las robasen, pero en los locales les obligaban a dejarlas fuera, para evitar peleas mayores...
Sea como fuese, allí iban muchos, y coincidían los domigos los mineros y los aficionados al naciente fútbol, que empezó en Bilbao jugando marineros ingleses en la llamada campa de los ingleses, en la Ría, al lado de donde ahora se encuentra el museo Guggenheim, y dio origen posteriormente a la fundación del Athletic de Bilbao, ya en 1898.

No es de extrañar pues, que en cierta ocasión, mineros gritando "alirón, alirón!", y aficionados al fútbol gritando "el Athletic campeón!", diesen pie para que alguna "cantante" del local de turno se estrenase con un: "Alirón, alirón, el Athletic campeón...!", que se convirtió en un clásico, aparte de otras canciones, himnos incluidos, que han llegado hasta hoy.

Y es que, el pasear por antiguas minas, leer, hablar, y recordar, da para bastante...












viernes, 20 de julio de 2012

Sobre dos amistades de Michel de Montaigne: Étienne de La Boétie y Marie de Gournay.


No es fácil situarse mentalmente en entornos materiales y vitales distintos a los nuestros, más aún cuando hay lejanía en el tiempo, en el espacio, y en la cultura. Pero hay que intentarlo, para poder calibrar la importancia de hechos, obras, y personas.

Michel Eyquem de Montaigne vivió en Francia en el siglo XVI (1533-1592).




En aquella época España era hegemónica, reinaba Felipe II, América había sido descubierta no hacía mucho, el Reino de Navarra había sido invadido y anexionado, salvo una pequeña parte al otro lado de los Pirineos, la llamada Merindad de Ultrapuertos, había guerra en Flandes, y en el Mediterráneo, etc...

Europa estaba inmersa en guerras de religión entre católicos y protestantes: la Reforma y la Contrarreforma. Francia estaba aún bastante diferenciada en sus regiones y variantes idiomáticas, sin dinastías reales muy predominantes, y también inmersa en sus guerras de religión entre católicos y protestantes, estos últimos llamados "hugonotes", en el caso francés.

Iñigo de Loyola vivía y fundaba la Compañia de Jesús. La imprenta era un invento relativamente "nuevo" que estaba cambiando el mundo conocido, se estudiaba en latín, las mujeres no tenían acceso a la formación intelectual, los reyes eran reyes, había señores y siervos, la vida era dura, la justicia cruel, las penas judiciales verdaderas carnicerías al aire libre, y así sucesivamente. La noción de Derechos Humanos era inexistente, salvo la ética natural y la caridad cristiana.

Como referencia, en 1545 se imprimió y editó en Burdeos el primer libro escrito en lengua vasca, en euskera, titulado "Lingua Vasconum Primitiae", cuyo autor fue Bernard Etxepare, y en 1571 se editó en La Rochelle, villa hugonote, la primera traducción protestante del Nuevo Testamento al euskera, realizada por Joanes Leizarraga, por encargo de Joana de Albret, reina de Navarra.

Sobre Michel de Montaigne no trataré aquí. Me remito a sus "Éssais", sus Ensayos, y al libro que Sarah Bakewell ha escrito acerca de su vida y obra, llamado: "Cómo vivir. Una vida con Montaigne.", editado en inglés en 2010, y traducido al castellano en 2011.

Digamos únicamente que Montaigne fue rico, terrateniente, noble, culto, magistrado, humanista, alcalde de Burdeos, buen diplomático y mediador, bastante escéptico, lúcido, reflexivo, y con enorme libertad intelectual y personal.

Es conocido como autor de sus famosos Ensayos, más de cien en 20 años, sobre todo tipo de temas, y desde una perspectiva nueva y original: sus sentimientos, vivencias, y opiniones personales. Todo un fenomenal "blog" vital, no una autobiografía. Magnífica obra, cuya lectura es una experiencia vital, y en la que el lector se pregunta cómo el autor podía conocer tan bien al ser humano, a uno mismo. Conjunto literario de ensayos llenos de psicología y sociología humanas, desde un punto de vista estrictamente personal. Magistrado, diplomático, alcalde, "amigo" de reyes, viajero, pero sobre todo defensor de su privacidad: leer sus Ensayos no sirve para saber más, sino para aprender a vivir.

Dicho esto, hay que mencionar las dos amistades más íntimas, relevantes, y trascendentes de su vida, familia aparte. Ninguna de ellas banal, precursores de temas no habituales en su tiempo, y aún en nuestros días debatidos en su aplicación, verdaderos caracteres. El primero influyó a Montaigne, la segunda fue influída por él. Se llamaban Étienne de La Boétie y Marie Le Jars de Gournay.

Étienne de La Boétie (1530-1563), era poco mayor que Montaigne.




La Boétie escribió a los 18 años un folleto llamado "Discurso de la servidumbre voluntaria". Montaigne lo leyó y deseaba conocer a su autor. Unos años después, siendo los dos magistrados, se conocieron, y fueron amigos hasta la muerte de La Boétie, el cual murió por causa de la peste, a los 32 años de edad. Montaigne estuvo con él en su agonía, que le marcó para siempre, y la reflejó por escrito, y originó su Ensayo sobre la Amistad.

La Boétie era también noble y rico, y es de sorprender que en aquella época escribiese su discurso sobre la "servidumbre voluntaria", tanto por su contenido como por su lucidez y osadía política e intelectual. El texto fue utilizado ya entonces por los hugonotes en Francia como argumento de rebeldía contra el rey. Posteriormente, ha sido considerado precursor de la desobediencia civil, de la resistencia pacífica, del anarquismo, de la psicología social, del neoliberalismo radical, y en resumen, de cualquier idea basada en la retirada de apoyo popular al Estado, en su forma tiránica o dictadura.

La amistad entre La Boétie y Montaigne fue una amistad de juventud, o primera madurez.

El caso de Marie Le Jars de Gournay (1565-1645) es algo diferente. Fue una amistad de "madurez" para Montaigne, y algo atípica para ambos, ya que se convirtieron en padre e hija adoptivos, a pesar de que Montaigne estaba casado, vivía su esposa y tenían una hija viva.



Marie de Gournay era hija de familia noble, pero sin muchos recursos. Huérfana de padre, y contra el deseo de su madre, aprendió latín ella sóla, a base de comparar libros clásicos con traducciones francesas.

A los 18 años leyó los Ensayos de Montaigne, quien los escribió en francés, y deseaba conocerle. A los 23 años escribió a Montaigne, y le invitó a visitarle en su casa,  lo que Montaigne aceptó, y a petición de ella, le admitió como hija adoptiva. Montaigne tenía entonces 55 años, casado y con una hija, y se convirtió en su mentor.

Cuando Montaigne murió, a los 59 años en 1592, a consecuencia de complicaciones por piedras en el riñón, la familia de Montaigne entregó a Marie de Gournay las últimas y diversas modificaciones de los Ensayos de Montaigne, y Marie se encargó de editar la 3ª revisión de dichos Ensayos, en 1595.

Posteriormente, la familia de Marie de Gournay tuvo que vender sus propiedades, Marie no quiso casarse, sino que se quedó soltera, y vivió como escritora, cosa inaudita para una mujer de su tiempo. Lo logró a duras penas, con escritos propios,  buscando mecenas, y reeditando los Ensayos de Montaigne. Tuvo que soportar críticas personales y literarias, como mujer que era, y lo hizo con una entereza de carácter y una fortaleza de ánimo extraordinaria.

Marie de Gournay murió mediado el siglo XVII, en 1645, a los 80 años de edad, ya en los tiempos de hegemonía francesa: cardenal Richelieu, batalla de Rocroi, reinado de Luis XIV, etc...aunque en pleno Siglo de Oro literario en España, que por cierto, había tenido seis bancarrotas en menos de cien años, a pesar del oro de América, por los esfuerzos bélicos descomunales desarrollados, y otras causas. Aunque con consecuencias muy diferentes de las que ahora nos está tocando vivir, por  la diferente relación de fuerzas entre política y finanzas,  con resultados terribles para la población en ambos casos.

En este período, en 1643, se editó en Burdeos la obra referente de la literatura vasca, en euskera, titulada "Gero", cuyo autor fue Pedro de Axular.

Hoy en día se reconoce a Marie de Gournay como precursora del feminismo: una de sus obras se titula "La igualdad  de hombres y mujeres", también tiene otras de contenido feminista, así como de poesía, filosofía, etc...además de editora de los Ensayos, e hija adoptiva de Montaigne.

En fin, en aquella época un "trío" precursor: La Boétie-Montaigne-Gournay, que ejercieron la libertad de pensamiento, expresión, y acción, en temas que aún hoy siguen vigentes, y nada fáciles en su aplicación, todo un ejemplo.




















sábado, 14 de julio de 2012

Sobre la autonomía emocional.


La autonomía emocional requiere una serie de competencias que nos permiten tener confianza  en nosotros mismos, tener autoestima, pensar positivamente, automotivarnos, tomar decisiones de manera adecuada y responsabilizarnos de forma relajada y tranquila. 

Dos aspectos clave de la autonomía emocional son la autoestima y la automotivación.

El "autoconcepto" puede definirse como las imagenes, los pensamientos y los sentimientos que el individuo tiene de sí mismo, y engloba, por tanto, la totalidad de las actitudes de la persona hacia su "yo" como objeto. Posee tres componentes: 

· El componente cognitivo

Se refiere a la percepción del individuo sobre sí mismo, sus rasgos de personalidad, su rol social, su imagen física, etc...

· El componente evaluativo

Se refiere al afecto y/o negativo que provoca la propia persona, y en este caso nos estaríamos refiriendo a la autoestima.

· El componente conativo

Se refiere a las motivaciones del individuo para cambiar como resultado de las discrepancias entre su "yo" real y su "yo" ideal.


También se define la autoestima como la confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de afrontar los desafíos de la vida. La confianza en nuestro derecho a triunfar, a ser felices, a sentirnos respetables, a ser dignos, a tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a seguir nuestros principios morales, y a disfrutar de nuestros esfuerzos.

Por tanto, los conceptos de "autoestima" y "autoconcepto" aparecen interrelacionados entre sí. La autoestima se concibe como la dimensión emocional del autoconcepto. la autoestima es la forma de evaluarnos a nosotros mismos. La imagen que uno tiene de sí mismo, autoconcepto, es un paso necesario para el desarrollo de la autoestima. Una vez que conocemos y sabemos cómo somos, podemos aprender a aceptarnos y a querernos: autoestima.

Las características principales del déficit de autoestima son:

· Con respecto a sí mismo:

- Muy crítico consigo mismo
- Autoexigencia excesiva
- Actitud perfeccionista
- Temor excesivo a cometer errores
- Inseguridad en tomar decisiones
- Muy sensible a la crítica
- Sentimiento de culpa patológico
- estado de ánimo triste
- Actitud de perdedor


· Con respecto a los demás:

- Constante necesidad de llamar la atención
- Actitud retraída y poco sociable
- Necesidad continua de agradar a los demás
- Necesidad imperiosa de aprobación
- Exigentes y críticos con los demás

· Con respecto a la interpretación de la realidad:

- Focalizarse en lo negativo
- Descalificar las experiencias positivas
- Personalizar
- Pensamiento todo o nada
- Generalizar
- Adivinar
- Uso frecuente de "debería..."
- Poner etiquetas
- Magnificar y/o minimizar
- Razonamiento emocional


Por otra parte, las personas con una autoestima positiva, adecuada, equilibrada, presentan las siguientes características:

- Creen en sus propios valores y principios, siendo capaces de defenderlos aunque encuentren una fuerte oposición. No obstante, están dispuestos a modificar sus criterios si la experiencia les demuestra que estaban equivocados.

- Confían razonablemente en su propio juicio o escala de valores, y no se sienten culpables si los otros no están de acuerdo con su modo de actuar.

- Confían en su capacidad para resolver problemas y no se acobardan ante los fracasos. Continúan realizando su proyecto vital sin desánimo.

- Se consideran iguales a los demás que les rodean. Ni superiores, ni inferiores, sabiendo reconocer sus diferencias.

- Se sienten valiosos, y saben que son importantes para su entorno familiar, social, etc...

- No permiten que los demás les manipulen, colaborando cuando lo creen conveniente y oportuno, pero negándose a ello si no tienen dicha percepción.

- Conocen lo que hay de negativo y de positivo en sus sentimientos e inclinaciones, siendo capaces de revelárselos a un amigo.

- Disfrutan de actividades diversas: trabajo, diversión, relaciones personales, o simplemente, de no hacer nada.

- Respetan las normas establecidas, y no se divierten a expensas de otro.


Para desarrollar o mejorar nuestra autoestima se pueden utilizar las siguientes estrategias:

- Disfrutar de los elogios sinceros
- Tratarse con amor y con humor
- Tratar a los demás de la manera en que nos gustaría que nos tratasen
- Preocuparse por los propios intereses
- No basar la vida en la renuncia y el sacrificio
- Aumentar la autonomía personal


Para ayudar a mejorar la autoestima a los demás se puede:

- Cuidar aquello que les decimos, tanto a nivel de contenido como de  forma, porque puede influir más de lo que creemos
- Favorecer y valorar sus éxitos y aptitudes
- Hacerles saber que les queremos
- Demostrarles que sus problemas nos importan
- Exigirles responsabilidades de acuerdo a su edad y posibilidades personales, que sus hechos no contradigan sus palabras, es decir, que sean consecuentes
- Evitar transmitir los propios temores y limitaciones
- No pretender que el otro haga lo que queramos, respetar su libertad, no sobreprotegerles para ayudarles en su libertad


Con todo lo expuesto se hace posible la automotivación, que es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda, y la persistencia en la consecución de nuestros objetivos, haciendo frente a los problemas, y encontrando soluciones.




miércoles, 4 de julio de 2012

Sobre programas electorales.


Se suele decir que cada país tiene el gobierno que se merece.

El programa electoral con el que Hollande ha ganado recientemente las elecciones presidenciales francesas ha sido el siguiente:

1.- Subida de impuestos para los millonarios: el tipo máximo del IRPF será del 75% para las rentas por encima del millón de euros al año.

2.- Rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años (para los trabajadores con 41,5 años cotizados).

3.- Subir el salario mínimo por encima de la inflación. Hasta ahora era de 1.200 euros al mes.

4.- Derogar la subida del IVA que preparaba la anterior presidencia francesa.

5.- Que las rentas del capital paguen lo mismo que las rentas del trabajo.

6.- Legalizar el derecho al matrimonio y la adopción en el caso de los homosexuales.

7.- Que las empresas que se lleven sus fábricas fuera de Francia tengan que devolver las a  públicas recibidas.

8.- Pedir a la UE una reforma de los estatutos del BCE para que el crecimiento y el empleo sean también un mandato prioritario en la política monetaria, y que el banco central pueda prestar directamente a los estados. Poner en marcha los eurobonos. Apoyar la creación de una tasa a las transacciones financieras.

9.- Crear un banco público de inversión para el desarrollo de las pequeñas empresas.

10.- Reducir la producción de electricidad mediante energía nuclear del 75% al 50% para el año 2.025, cerrando las centrales más anticuadas, y potenciar las energías renovables.

11.- Cambiar la ley Hadopi contra las descargas desde Internet. Buscar un modelo que concilie los derechos de los creadores y el acceso a Internet fácil y seguro.

12.- Reformar la Constitución para incluir en ella los principios de laicidad y separación entre Iglesia y Estado.

13.- Rebajar un 30% el sueldo al presidente de la República y a sus ministros.

14.- Que los responsables de la televisión y la radio públicas dependan de una autoridad independiente del Gobierno.

15.- Subir el sueldo a los médicos de la sanidad pública.

16.- Construir 2,5 millones de viviendas de protección oficial para estudiantes y rentas bajas durante los próximos cinco años.

17.- Rebajar los sueldos de los directivos de las empresas públicas.

18.- Limitar la acumulación de cargos públicos.

19.- Derecho a voto en las municipales para los extranjeros que vivan en Francia desde hace más de cinco años.

20.- Contratar a 60.000 nuevos profesores.

21.- Regular la eutanasia.

22.- Subida del 15% en el impuesto a la banca.

23.- Prohibir las "stock options", excepto para empresas recién creadas.

24.- Prohibir a los bancos tener sucursales en paraísos fiscales.

25.- Obligar a que la banca de inversión y la de ahorro estén separadas.

26.- Multas para los partidos políticos que no respeten la paridad entre mujeres y hombres.

27.- Los políticos condenados por corrupción quedarán inhabilitados durante diez años.

28.- Aumentar las ayudas para las familias con hijos en edad escolar.

29.- Subir el impuesto de sucesiones y el de patrimonio.

30.- Retirada de las tropas en Afganistán.

Y hasta ahora lo va cumpliendo, y eso que el programa no es, precisamente, de tipo:

a) Haremos lo que hay que...

b) Haremos como...

Así, tiene mérito.