domingo, 19 de abril de 2015

Sorpresas prerrománicas en Asturias.





Cualquier visitante que vaya a Asturias tendrá mucho que ver y dónde elegir.  Es tierra histórica y pintoresca, con sus gentes, ciudades, pueblos, playas, litoral marino, ríos, montañas, picos y cordilleras, no precisa de más panegíricos.

No es casualidad que en las guerras contra los astures, tras muchos años de dolores de cabeza, el Imperio Romano y sus legiones quedasen en evidencia y tuvieran que recurrir finalmente  a políticas de exterminio y deslocalización de su población autóctona para ocupar y controlar el territorio.
Posteriormente, cuando los musulmanes invadieron la península el 711, la monarquía visigótica abandonó su sede de Toledo para refugiarse en la montañosa Asturias, primeramente en la legendaria Covadonga y sus entornos de Cangas de Onís, luego en Pravia, y posteriormente en Oviedo. Allí surgió la arquitectura  prerrománica asturiana, también llamada visigótica.
Cuando actualmente se lee material a este respecto, y luego se visita para verlo “in situ”, se lleva la palma de la popularidad y las guías turísticas el bello prerrománico de Oviedo y sus alrededores: Santa María del Naranco (842) y San Miguel de Lillo (842), mandadas construir por Ramiro I, y San Julián de los Prados (812-842), también llamada Santullano, mandada construir por Alfonso II.
Pero hay otras “joyas” menos sonadas y quizás menos conocidas, verdaderas sorpresas para quien las descubre "en el terreno", porque pasaba por allí. Tal es el caso, y mencionaremos hoy aquí dos de ellas.
 
 
 
 
 
Una de ellas está en Pravia, en el Bajo Nalón, en Santianes (Sant Ioannes). Se llama San Juan Evangelista de Santianes (780), ordenada construir por Silo (774-783). (La fecha y la época son atrayentes: en el 778 tuvo lugar la batalla de Orreaga (Roncesvalles), en el alto de Ibañeta, en la que los vascones destruyeron la retaguardia del ejército de los francos de Carlomagno que regresaba a Francia tras ir contra los musulmanes de Zaragoza y que, luego a su vuelta,  había arrasado la capital vascona, Iruña (Pamplona). Los vascones sostenían histórica y tradicionalmente muy problemáticas relaciones con los visigodos, y en esa época vivían, a su aire, rodeados por los visigodos, los musulmanes, y los francos).
 
 
 
 
 
 

 
El otro caso es antiguo, curioso y pintoresco. Se encuentra en Cangas de Onís, junto al Sella, en pleno casco urbano hoy en día. Se trata de la Iglesia de la Santa Cruz (737), también llamada la Capilla del Dolmen. Fue mandada construir por Favila (el que fue muerto por un oso), sobre una pequeña colina que contiene un dolmen ornamentado de hace unos 5.000 años. ¡Qué sorpresa! Los cultos nuevos sobre los cultos antiguos. La capilla actual está reconstruida, y desde su interior se puede ver debajo la cámara del dolmen. Favila era hijo de Pelayo, el de la batalla de Covadonga (722), primera victoria cristiana desde la invasión musulmana del 711, considerada comienzo de la Reconquista peninsular. En gratitud, honor y recuerdo de dicha victoria liderada por su padre, Favila mandó construir la pequeña iglesia sobre el túmulo del dolmen y albergar en su interior la cruz que habían portado los cristianos como estandarte en la batalla.
 
 
 
 
 
 
 
 

 


 

martes, 14 de abril de 2015

La Industria 4.0, el Internet de las Cosas y Servicios, y la 4ª Revolución Industrial.





El Ministerio Federal para la Educación e Investigación de Alemania  encargó a  Acatech (Academia Nacional de Ciencia e Ingeniería) y a ForschungsUnion (Economía y Ciencia para la Estrategia de Alta Tecnología) la elaboración de un trabajo sobre cómo asegurar el futuro de la industria de fabricación alemana, cuyo informe  final fue presentado en abril de 2013 con las propuestas del correspondiente equipo de trabajo que recomendaba la implantación de la iniciativa estratégica llamada Industria 4.0.
Básicamente enfatizaban allí la necesidad de dar el paso en la industria desde las Tecnologías de la Información (IT) hasta la Industria 4.0, lo que supone la incorporación del Internet of Things and Services (IoT), el Networking vertical y horizontal (trabajo en red interconexionado a todos los niveles), y la Inteligencia Artificial (CPS, Cyber-Physical Systems).
Todo ello constituirá la 4ª Revolución Industrial, que al igual que las anteriores, supondrá cambios de paradigma con impactos sociales importantes. Las tres anteriores revoluciones industriales fueron consecuencia de la mecanización, la electricidad, y las tecnologías de información, respectivamente. O lo que es lo mismo pero “suena” más familiar: la máquina de vapor, la cadena de montaje, y la microelectrónica con PLCs en las fábricas. Esta 4ª Revolución será la de las máquinas y fábricas inteligentes.
Sin duda, enfatiza la investigación y la alta tecnología. Ya se habla mucho de Industria 4.0, mejor dicho, de sus ventajas, pero no tanto de sus inconvenientes. Como todo aquello vinculado con el “progreso global”, no es aparentemente cuestionable ni ofrece opciones. Opción única: si se puede, se hace y punto.
Se podrá diseñar, planificar, coordinar, fabricar y controlar con  trazabilidad a lo largo de todo el proceso productivo “de cabo a rabo”, es decir, de pedido a entrega y servicio. Igualmente el producto, incluido diseño y servicio, y toda la ingeniería de producción, cadena de suministro, ciclo de vida del producto…todo, o sea, todo. Por supuesto, se eliminará el trabajo repetitivo no cualificado, pesado, etc., y se mejorará la productividad, la eficacia, la eficiencia y el uso de los recursos materiales. Y se integrará al cliente y a los proveedores en el “networking”. En fin, todas las ventajas competitivas, habidas y por haber, para poder ser, o seguir siendo, competidor y líder global. Un “chollo”, vamos.
Pero todo tiene cara y cruz. Se alargará la “vida productiva” de ciertos trabajadores y se eliminará la de otros. La necesidad de formación y educación será continua, pero puede ser “mejor” contratar nuevas personas, nada ni nadie es para siempre, ya se sabe. La era de la informática y la matemática en pro de la rentabilidad. Las fábricas en el país, o eso dicen. En fin, “nosotros u otros”, es una guerra de “progreso y competencia globales”. La inteligencia al poder, pero en este caso, la de las máquinas, fábricas y sistemas.
Mas no es tan fácil. Hay que solapar lo actual y lo nuevo. Investigar, innovar, desarrollar e invertir mucho, muchísimo. Formar mucha, pero que mucha, gente. Cualquiera no lo podrá hacer. Bueno, mejor, así habrá más “barreras de entrada”…y puertas de salida. Oficialmente se le llama a eso "ajustarse a las tendencias demográficas". La jubilación de algunas personas se retrasará (el trabajo será "cómodo" y especializado), pero la de otros ni existirá, porque no tendrán trabajo: "Competición Global" es el nombre del "juego". ¿La inmigración? Para según quiénes. Al fin y al cabo, el que no pueda tener su propia Industria 4.0, siempre podrá ser proveedor de otro que sí puede, y entrar así en su “networking” (mientras al "dueño" le convenga). Y con el tiempo,...¿quizás también un "chip" para las personas?...¿se conformarán con las cosas?...las personas se “cosifican” fácil (al menos lo intentan, y muchas ni se dan cuenta).
Un pequeño detalle: la Industria 4.0 ya existe (pues sí, sorpresa!), y no precisamente en Alemania. Basta buscar en Internet: “Lights Out Manufacturing”, o sea, “Fabricación a Oscuras”. Sin gente, las máquinas no necesitan luz ni calefacción, les basta con la energía eléctrica para trabajar sin parar. Un par de personas para cargar material o recoger producto terminado, si es caso y como mucho. Y media docena de técnicos para controlar la calidad o realizar algún tipo de mantenimiento especial. El resto, a mejorar su vida personal, familiar, laboral, a formarse, o a la cola del paro (oficialmente llamado desempleo), o a vender hamburguesas, o a servir a turistas en bares y hoteles (oficialmente llamado servicios), o a Alemania si eres Ingeniero 4.0 . ¿La Industria 4.0 ofrece grandes oportunidades de nuevos puestos de trabajo cualificado? Puede que sí, dentro de unas generaciones, para diseñar y programar.
El viaje hacia la Industria 4.0 será largo y duro. Puede que inevitable. Requerirá de cantidades ingentes de investigación y desarrollo. Pero también de nuevas infraestructuras sociales  y nuevas organizaciones productivas, y en los puestos de trabajo.
Por lo que dicen los expertos, para realizar ese camino con éxito, hace falta una clara Política Industrial (corporativa y de país): #Política. #Economía política. #Ciencia y Tecnología. #Ingeniería. #HighTech. #Investigación. #Desarrollo. #Innovación. #Decisiones políticas. #Políticas Industriales y Sociales. #Ética. Lo demás, es engañarse, o peor aún, dejar que otros engañen.
El Nuevo Paradigma requiere preparación en muchas áreas, como por ejemplo:
-          Estandarización.
-          Gestión de sistemas complejos.
-          Infraestructura de banda ancha para toda la industria.
-          Seguridad.
-          Fiabilidad.
-          Capacidad financiera.
-          Política social.
-          Política educativa.
-          Organización del trabajo.
-          Diseño de producto.
-          Diseño industrial.
-          Formación y adiestramiento profesional de por vida.
-          Marcos legales, regulatorios y normativos.
-          Criterios de utilización de recursos naturales y materiales.
-          Criterios éticos.

Como dice el sociólogo Aitor Vallejo Lozano:

“El relato de este Nuevo Modo de Producción ya se narró en la película  Terminator 3, La Rebelión de las Máquinas, con la aparición de SkyNet y de las máquinas que se construyen a sí mismas y prescinden de los humanos.
Hay algunas cosas escritas en Sociología acerca de los relatos y narraciones, y su contribución a la construcción social de la realidad futura. O como dijo Asimov: “Casi todo lo que el humano es capaz de soñar puede llegar a convertirse en realidad”.   
Lo que se presenta ante nosotros es el Futuro que otros están construyendo y que, en consecuencia, liderarán.
Cuando se tiene la Visión, dar pasos para hacerla realidad es cuestión de convicción y de apuestas colectivas (de las élites políticas y económicas). Alemania lo han demostrado unas cuantas (y desgraciadas) veces en el último siglo y medio. Ahora, su  Visión es de “Dominación Económica” y puede ser la única que les esté saliendo bien.
A la vista de la Historia, ese Futuro dibuja un escenario bastante plausible, no sé si factible, en el que nuestros hijos, nuestra sociedad y nuestro país posiblemente van a vivir.
Si no “nos ponemos las pilas”, ese Futuro será de sometimiento a ese modelo tecnológico de industria, economía, y sociedad, “propiedad” de Alemania. Modelo que Alemania no soltará, ni compartirá, ya que le aportará ventajas sobre otras naciones.
Nos enfrentamos a un problema de Cambio en los Modos de Producción y de Propiedad de los nuevos Medios de Producción.
Que la Industria 4.0 apunta a cambios socioeconómicos parece claro, que se apunta a un nuevo Modo o Modelo de Producción también es claro, ¿quiénes son los propietarios de esos nuevos Medios de Producción que conforman el nuevo Modo de Producción?
Las cuestiones siempre son las mismas, y son políticas:

-          ¿Para qué lo quieren sus propietarios? ¿Para quién o quiénes lo quieren?
 
-          ¿Qué Visión o Relato de la Humanidad, de la sociedad, de las relaciones de poder, etc. están detrás?
 
-          ¿Qué mecanismos de solidaridad, inter& intra grupos sociales, construirá ese Nuevo Modo de Producción?
 
-          ¿Liberará al Ser Humano del trabajo? ¿O sólo a algunos?

-          ¿En qué plazo se producirá su implantación y expansión generalizada?
 
-          ¿En qué grado y  medida convivirán Modos de Producción históricos diferentes y los diferentes propietarios de esos Medios de Producción? (…)”

Interesante y vital asunto. Pero todavía no hay respuestas transparentes, completas, claras, diáfanas y abiertas. Habrá que preguntar a esos expertos que han recomendado el paso hacia la Industria 4.0 a su Gobierno, o a otros expertos, o a sus jefes. Quienes lleguen a verlo tendrán delante respuestas más evidentes, pero será ya tarde para tomar cualquier tipo de medida correctiva a favor o en contra.

Quien no hace la Historia la sufre, y una vez más todo serán hechos consumados, se oirá la conocida frase “No queda otro camino”: obediente, reactiva, tan poco proactiva, tan poco crítica, tan única en todos los sentidos.



jueves, 9 de abril de 2015

Comentarios sobre la biografía de Paul Dirac escrita por Graham Farmelo.





En 2009 Graham Farmelo publicó una excelente biografía del genial científico Paul Dirac. El libro escrito por Farmelo se llama “The Strangest Man. The hidden life of Paul Dirac, Quantum Genius”. En la portada, entre otras cosas, se puede leer: “The unsung hero of twentieth-century physics is as last brillianty illuminated.” (Ian McEwan). Farmelo es físico teórico, investigador, profesor, y consultor en comunicación científica.

El británico Paul Adrien Maurice Dirac  (1902 - 1984) fue ingeniero, matemático y físico teórico,  y contribuyó de forma fundamental al desarrollo de la Mecánica Cuántica y la Electrodinámica Cuántica. Obtuvo la Cátedra Lucasiana (la que había ocupado Isaac Newton y ahora ocupa Stephen Hawking) de la Universidad de Cambridge. Paul Dirac fue laureado con  el Premio Nobel de Física de 1933, compartido con Erwin Schrödinger. Entre otros descubrimientos, formuló la ecuación que lleva su nombre, la Ecuación de Dirac, que describe el comportamiento de los fermiones y con la cual predijo la existencia de la antimateria.
 
Paul Dirac nació en Bristol (Inglaterra). Su padre fue un inmigrante suizo profesor de francés y su madre era originaria de Cornualles. El propio Dirac describió su infancia como infeliz, por la severidad y autoritarismo de su padre. En su biografía, Farmelo ha matizado tal carácter, haciendo referencia al propio carácter difícil y taciturno de Paul.
Dirac estudió en la Bishop Primary School y en el Merchant Venturers Technical College, una institución de la universidad de Brístol que valoraba las ciencias modernas, algo inusual en la época y a lo que Dirac estuvo siempre agradecido. Se graduó en ingeniería eléctrica en la Universidad de Bristol en 1921. Tras trabajar poco tiempo como ingeniero, Dirac decidió que su verdadera vocación eran las matemáticas. Completó otra carrera en matemáticas en Brístol en 1923 y fue entonces admitido en la Universidad de Cambridge, donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Empezó interesándose por la Teoría de la Relatividad y luego trabajó en el naciente campo de la Física Cuántica.
En 1926 desarrolló una versión de la Mecánica Cuántica en la que unía el trabajo previo de Werner Heisenberg y el de Erwin Schrödinger en un único modelo matemático que asocia cantidades medibles con operadores que actúan en el espacio vectorial de Hilbert y describe el estado físico del sistema. Por este trabajo recibió su doctorado por la Universidad de Cambridge.
En 1928, trabajando en el spin no relativista de Pauli, halló la Ecuación de Dirac, una ecuación cuántico - relativista que describe al electrón. Este trabajo permitió a Dirac predecir la existencia del positrón, la antipartícula del electrón. El positrón fue observado por primera vez por Carl Anderson en 1932. Dirac contribuyó también a explicar el spin como un fenómeno relativista.
Su libro The Principles of Quantum Mechanics, escrito por Dirac y publicado en 1930, se convirtió en uno de los libros de texto más comunes en la materia y es utilizado hoy aun. Einstein lo tenía siempre a mano, y lo llamaba “mi Dirac”. Dirac no trató mucho con Einstein, con quien coincidió en los Congresos Solvay y en el Instituto de Estudios Avanzados (IAS) de Princeton (EEUU). Parece ser que Einstein, de una generación anterior, tras leer un trabajo de Dirac comentó que se hallaba “entre el genio y la locura” y admiró su intuición y dominio matemático. Como se sabe, Einstein no acabó de aceptar la Mecánica Cuántica como un camino a seguir, sino más bien como algo transitorio, y no le agradaba su enfoque probabilístico y no plenamente causal de la naturaleza, a pesar de la enorme precisión de la nueva física cuántica.
En 1931 Dirac mostró que la existencia de un único monopolo magnético en el Universo sería suficiente para explicar la cuantificación de la carga eléctrica. (Recientemente, en el 2014, y 83 años después de que Dirac predijera la posibilidad de su existencia, un proyecto internacional liderado por el profesor David  Hall y el investigador Michael Ray del Amherst College (EEUU) junto con Mikko Möttönen de la Universidad Aalto (Finlandia), informó haber creado, identificado y fotografiado monopolos magnéticos sintéticos. Si se confirmase este logro, sería tan revolucionario que obligaría a reformular muchos conceptos del electromagnetismo y, en general, de la física teórica).
En 1933 y siendo muy joven aún (31 años), Paul Dirac fue laureado con el Premio Nobel de Física, compartido con Erwin Schrödinger.
Dirac obtuvo la cátedra Lucasiana de la Universidad de Cambridge donde ejerció como profesor de 1932 a 1969, y pasó los últimos años de su vida en la Florida State University en EEUU. Allí murió en 1984. En 1995 se colocó una placa en su honor en la Abadía de Westminster en Londres, cerca de las de otros genios de la ciencia tales como Newton, Darwin, Faraday, Maxwell, y Rutherford, con quien había coincidido en vida en Cambridge siendo Rutherford director del Laboratorio Cavendish y Dirac profesor.
Dirac era conocido entre sus colegas por su naturaleza precisa, al mismo tiempo que taciturna. Las anécdotas sobre su tendencia al silencio se hicieron famosas. También eran conocidas sus dificultades de relación social y su falta de empatía. Le gustaba dar largos paseos y el montañismo, así como conducir su automóvil de “época”. Era austero y leal (regaló su abrigo a un amigo y un año después se compró uno nuevo que le duró el resto de su vida, y vestía traje con chaleco en invierno y verano).
En 1937 se casó con la hermana del también físico Eugene Wigner, llamada Margit Wigner y conocida familiarmente como Manci, con la que tuvo dos hijas, además de otros dos hijos que Manci aportó de un matrimonio anterior y que adoptaron el apellido Dirac, y a los que él consideró siempre como propios.
Dirac era también reconocido por su modestia y lealtad. Por ejemplo, llamó a cierta  ecuación "la ecuación de movimiento de Heisenberg” cuando fue él el primero en escribirla, y para referirse a la estadística de Fermi-Dirac él siempre insistió en decir estadística de Fermi. En las ceremonias y celebraciones del Premio Nobel rehusó vestir de gala y compareció con un traje normal.
Cuando visitó la URSS, fue invitado a una conferencia sobre filosofía de la física. Dirac simplemente se puso de pie y escribió en la pizarra: "Las leyes físicas deben tener la simplicidad y belleza de las matemáticas". Este concepto de belleza matemática, incluso antes de disponer de pruebas experimentales, guió prácticamente toda su carrera científica.
Dirac era ateo, y mantuvo posiciones políticas relativamente de izquierdas, aunque no militantes. Visitó a menudo la URSS y mantuvo amistad con el físico soviético Piotr Kapitza. Por sus frecuentes viajes a la URSS se le impidió entrar en EEUU durante algún tiempo.
Aunque participó en el desarrollo teórico de la energía nuclear y en desarrollos de ingeniería para el enriquecimiento de uranio, durante la Segunda Guerra Mundial se mantuvo prácticamente al margen de las investigaciones para el desarrollo de armas nucleares.
Paul Dirac rechazó el “ennoblecimiento” (título de Sir, Lord, etc.) que le fue ofrecido por la Corona Británica. Prefería que le llamasen por su apellido: Dirac. Parece ser que aceptó el Premio Nobel porque rechazarlo le hubiera supuesto más molestias. Fue Graduado en Ingeniería Eléctrica, Graduado en Matemáticas, Doctor en Física Teórica, Profesor de la Cátedra Lucasiana y Fellow de la Universidad de Cambridge, FRS (Fellow of the Royal Society) y OM (Orden del Mérito del Reino Unido).
El título del libro, “The Strangest Man”, hace referencia a un comentario de Niels Bohr (mayor que Dirac de quien era amigo, en su casa de Dinamarca se encontraban muy a gusto), que en una ocasión y hablando de Dirac parece ser que dijo: “Es el hombre más raro que he conocido”.
Dirac es ampliamente considerado como uno de los físicos más importantes de todos los tiempos. Fue uno de los fundadores de la Mecánica Cuántica y la Electrodinámica Cuántica, siendo considerado por algunos físicos como el físico más relevante del siglo XX.
Sus aportaciones incluyen el cálculo moderno de operadores para la Mecánica Cuántica y su ecuación de onda relativista para el electrón fue el primer planteamiento exitoso de una Mecánica Cuántica Relativista.
Dirac fundó la Teoría Cuántica de Campos con su interpretación de la Ecuación de Dirac como una ecuación de muchos cuerpos, con la cual predijo la existencia de la antimateria así como los procesos de aniquilación de materia y antimateria. Así mismo, fue el primero en formular la Electrodinámica Cuántica (QED), si bien no pudo calcular cantidades arbitrarias debido al límite de distancias que requieren de la llamada Renormalización, que Dirac no apreciaba por considerarla contraria a su idea de belleza matemática.
El libro de Farmelo es ameno, preciso y completo, de lectura altamente recomendable. En él se intenta llegar a conocer a Dirac como persona y como científico. Pero además ayuda a familiarizarse con su trabajo, y con el  trabajo de otros científicos de primera magnitud, con sus relaciones y discrepancias, con sus métodos de trabajo y su manera de entender la naturaleza. Y saber más de la época del siglo XX en que les tocó vivir, su historia y su geopolítica de guerras, entreguerras y postguerras, que afectan a naciones y personas, y también a las ciencias en uno u otro sentido. La realidad supera la fantasía, y esta biografía sirve para conocer la vida y obra de Dirac, su entorno y sus relaciones. No es poco tratándose de alguien que ha ayudado a la Humanidad con su genialidad en circunstancias personales, históricas, y científicas extraordinarias.
Sobre sus hombros, y los de otras personas como Dirac, avanza el saber de la Humanidad, y el conocimiento del Universo en lo microscópico y lo macroscópico se aproximan cada vez más. Sin embargo son cuasi-desconocidos para la gente. Los medios de la Humanidad van en aumento, los fines no tanto (el poder y la ética no son ciencia). Individualmente todos y cada uno tenemos un final. Como especie, está por verse. El sentido de la vida humana lo aporta cada persona. Mientras tanto se habla de post-humanismo y de trans-humanismo, pero esa es otra historia. A corto-medio plazo, la 4ª Revolución Industrial con la Industria 4.0 (CPS) y el Internet of Things (IoT), así como la Biotecnología Genética, las Neurociencias, y las Nanotecnologías van a cambiar el mundo en este siglo XXI.
¿Y las personas? ¡Que no nos pase nada! A espabilar, aprender, formarse, educarse, innovar, investigar:  Ciencia, Tecnología y Humanidades para el Desarrollo Humano. Pero, ¿en qué sentido?, pues en el Humano, en el de los Derechos Humanos.
Cada Era Tecno-Científica tiene un Sistema Económico-Productivo correlativo, y muchas personas se quedan en el camino que marca cada nueva ideología dominante que se legitima. Lo humano es un fin, pero con frecuencia resulta utilizado como un medio más.
El Universo (Cosmos y no Caos), quizás llegue a ser “sorprendentemente comprensible para nosotros”, como dijera Einstein,  pero lo difícil seguirá siendo encontrarle un  sentido humano.
 
 
 
 
 

martes, 7 de abril de 2015

La Ciencia y la Ética.





La ciencia busca relaciones que se considera que existen independientemente de la búsqueda individual. Esto incluye el caso en el que el propio humano es el sujeto. O también el caso en que los sujetos de los enunciados científicos son conceptos creados por nosotros mismos, como sucede en matemáticas. No se supone que dichos conceptos corresponden necesariamente a objetos del mundo exterior. Sin embargo, todos los enunciados y leyes científicas tienen una característica en común: son “verdaderos o falsos” (adecuados o inadecuados). En un sentido muy general, nuestra reacción a ellos es “sí” o “no”.

El modo científico de pensar tiene una característica adicional. Los conceptos que utiliza para construir sus sistemas coherentes no expresan emociones. Para el científico sólo hay “ser”, pero no hay desear, no hay valorar, no hay bien ni mal, no hay propósito. Mientras permanezcamos dentro del ámbito de la ciencia propiamente dicha, nunca podremos encontrar una sentencia del tipo: “No mentirás”. Hay una especie de restricción puritana en el científico que busca la verdad: se mantiene apartado de cualquier voluntarismo o emotividad. Dicho sea de paso, este rasgo es el resultado de un lento desarrollo, peculiar del moderno pensamiento occidental.
Podría parecer que esto implica que el pensamiento lógico es irrelevante para la ética. Los enunciados científicos sobre hechos y relaciones no pueden generar directrices éticas. Sin embargo, las directrices éticas pueden hacerse racionales y coherentes mediante el pensamiento lógico y el conocimiento empírico. Si podemos estar de acuerdo en algunas proposiciones éticas fundamentales, entonces otras proposiciones éticas pueden derivarse de ellas con tal de que las premisas originales estén enunciadas de forma suficientemente precisa. Tales premisas éticas desempeñan un papel similar al que desempeñan los axiomas en matemáticas.
Por esto es por lo que no pensamos que carezca de sentido plantear preguntas tales como: ¿Por qué no debemos mentir? Pensamos que tales preguntas tienen sentido porque en todas las discusiones de este tipo se dan tácitamente por aceptadas algunas premisas éticas. Entonces nos sentimos satisfechos cuando conseguimos rastrear la directriz ética en cuestión hasta estas premisas básicas. En el caso de mentir esto podría hacerse de alguna manera como ésta: mentir destruye la confianza en las afirmaciones de otras personas, sin esa confianza la cooperación social se hace imposible, o al menos difícil, pero dicha cooperación es esencial para hacer la vida humana posible y tolerable. Esto significa que hemos rastreado la regla “No mentirás” hasta las demandas “La vida humana debe ser preservada” y “El dolor y la pena deben ser reducidos tanto como sea posible”.
Pero ¿cuál es el origen de tales axiomas éticos? ¿Son arbitrarios? ¿Se basan en la mera autoridad? ¿Derivan de experiencias de los humanos y están condicionados indirectamente por tales experiencias?
Para la pura lógica todos los axiomas son arbitrarios, incluyendo los axiomas de la ética. Pero no son en absoluto arbitrarios desde un punto de vista psicológico y genético. Se derivan de nuestras tendencias innatas a evitar el dolor y la destrucción, y de la reacción emocional acumulada de muchos individuos ante el comportamiento de sus vecinos.
Es privilegio del genio moral humano, encarnado en individuos inspirados, postular axiomas éticos tan generales y tan bien fundados que los humanos los aceptarán en la medida  en que están basados en la enorme masa de sus experiencias emocionales individuales. Los axiomas éticos se encuentran y se ponen a prueba de forma no muy diferente de los axiomas de la ciencia. La verdad es aquello que supera el test de la experiencia.
(Albert Einstein, The Laws of Science and the Laws of Ethics, prólogo a Philipp Frank, Relativity. Richer Truth, Boston, 1950)