martes, 20 de junio de 2017

Candados.



Por esta vez, confirmo lo evidente:
aunque de niño cayeras en marmita
de dignidad, la necedad evita
de tener expectativas de la gente.

Si algo les das, tratan amablemente,
mas acabada en un pis-pas la guita,
empezarán a darte mucha cuita,
dejarán de creerte inteligente.

No esperes nunca trato de clemencia,
quizá ayuda tendrás de tus hermanos,
mas el resto dirá que eres un 'piernas'.

Para todo es necesaria la prudencia,
pero más para vivir con los humanos:
las relaciones no suelen ser eternas.



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