martes, 26 de septiembre de 2017

Aviso a navegantes: No todo el monte es orégano.



 


Dicen que lo que importa es intentarlo.
Que la iniciativa es lo importante.
Que innovando se llega a todas partes.
Que el fracaso se tolera.
Que el triunfo se basa en el trabajo
y en los fracasos.
Que hay que trabajar en equipo.
Que con trabajo todo se consigue...
...si se tiene confianza en uno mismo.

Y otros muchas verdades a medias,
estereotipos, mitos y eufemismos 
que 'motivan' y abarrotan las mentes
con arquetipos y arcanos
sobre el éxito, propalados por los media, por consultores y expertos, 
que no se juegan nada 
en esa 'ruleta rusa'.

Triunfa quien posee las características,
sigue los paradigmas y controla las variables de la difícil ecuación 
de triunfar, en el mercado.

Quien tras ello ha andado, lo sabe 
y lo conoce. Siempre ha habido
triunfadores y perdedores.
(Sin llamarles 'start-up', ni 'spin off', ni cosa parecida).

Los 'capitanes de empresa' exitosos
tenían tradición, inventiva, dinero, problemas, conocimientos, relaciones, ambición, oportunidades y, a veces, escasos escrúpulos.

Porque lo de la ética empresarial y los valores es cosa de hace poco tiempo, sostenibilidad incluida. Dilemas éticos. Los valores vigentes eran, y siguen siendo, los de la Bolsa. Con honrosas excepciones, que las ha habido las sigue habiendo, algunas bien conocidas ejemplares.
Siempre en riesgo. El sistema tolera mal las excepciones no controladas y tiende a asimilarlas o eliminarlas. No le interesan otros modelos sociales, económicos o financieros. 
Son 'peligrosos ejemplos', que ni se compran ni se venden, así que les niega el apoyo global necesario y el rescate en caso de grave, profunda y prolongada 'crisis'. Es decir, en caso de cambio de paradigma global en una nueva era.

A los emprendedores se les supone incansables, fuertes, tercos, tenaces, listos, capaces, autodidactas, formados y mil cosas más.

Es seguro que nadie les perdonaría nada nunca, ni ellos a nadie.
Triunfan pocos y fracasan muchos.
Es así. Andémonos con tiento.
Ánimo y adelante, no queda otra...
Pero tentémonos bien las ideas y la ropa. Cuidado con lo que afirmamos y firmamos. Y con lo que digan otros 'mandamases'. Hay muchas modas, no es bueno andar de 'quita pon' con fábricas y empresas.

Lo cierto es que hoy en día:

• Si no estudias y trabajas,
no hay nada que hacer.

• El trabajo no asegura el éxito.
Es condición necesaria, pero no suficiente, para alcanzarlo.

• Sin dinero no hay nada que hacer.
Si te prestan ya eres deudor, no eres libre.

• Las buenas ideas son pocas y las elige el mercado.

• Si triunfas, ¡bien!...serás un ejemplo.
Pero no por mucho tiempo. 
Si no andas muy listo, la fama 
y el éxito duran poco. 

• El capital-riesgo es más capital 
que riesgo. El riesgo es tuyo.

• Si fracasas, nadie te 'conocerá'. 
En el mejor de los casos, 
serás 'perdonado' o 'tolerado'. 
En el peor de los casos, estarás 'acabado'.

• Los políticos librarán su responsabilidad.
Los bancos no perderán nada.
La empresa pagará y promocionará 
(o no) según los resultados.

• Si eres empresario de una pequeña empresa, Dios te ampare.

• Sin STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) no hay Industria, y sin Industria, de poco o nada valen los Servicios.

• En realidad, es muy difícil. Una vez elegido un camino, no queda otra que recorrerlo, en feroz competencia.

• De los 'tsunamis' económicos y financieros se aprovechan buitres, hienas, Tiranosaurios-Rex
quienes los han provocado. 
Cuestión de depredar, no solo de trabajar e innovar. Es el darwinismo,
no natural, sino económico y social.

• El tamaño empresarial sí importa. 
Depende del sector, la competencia 
otras circunstancias. 
Pero importa, en economías de escala, finanzas, aspectos sociales y humanos y relevancia.

• Antes bastaba con trabajar duro
e intentarlo. Pero ya no:

"Hazlo, o no lo hagas, pero
no lo intentes." ~ Maestro Yoda.

• Haced lo que creais conveniente, no os lo creais todo: No se perdona, al menos sin consecuencias. 
Si fracasas estás perdido. Hay que ganar.
Otra realidad es raramente cierta, 
o no es en absoluto. 
La utopía no existe. Sí que hay límites.
De todo tipo. Son tiempos distópicos,
con pelea por la hegemonía global
el gobierno mundial, (el de verdad,
del que nadie habla, el que está en manos privadas, no electas.)

• Aviso a navegantes: 

'Entre Alta Marejada
y Mar Arbolada 
en Gran Sol 
Golfo de Bizkaia'.
~ Metereología Marítima, 
de la Guardia Costera.

Pero no queda otra:
Hay que salir a la mar. 
Bien formados y  equipados. 
A tope, tras capear 'la Tormenta Perfecta' y otros muchos temporales.

Los desaparecidos y ahogados en alta mar, merecen respeto y memoria.
Aunque no creo que se les otorgue.

A los supervivientes,
'¡Avante toda, a toda máquina!'.
No hay tiempo que perder, o no nos va a quedar nada que 'pescar'.

¡Buena pesca!
¡Cuidado!
No esperemos
nada de nadie.
(Menos aún,
la Suerte,
ni mucha ni buena).

• Esto es una guerra, tecnológica, 
comercial, económica, financiera,
de gestión, de ética y valores,
sociopolítica y geopolítica.
Es una guerra, total global, 
sin treguas. Nos engañan con pacotillas y estrambotes. Quieren 'esclavos globales'. 
Ojo, que esto no se aplica solo a desempleados y eventuales, sino también a los autónomos por 'atrición,' o necesidad.
Los autónomos por 'contrición', o devoción, o vocación personal, ya son 'harina de otro costal'. A estos no se les aplica el citado concepto. Aunque conviene recordar aquel dicho popular:
'Sarna con gusto no pica, 
pero mortifica.'

Obremos en consecuencia.
Mientras podamos. 
Porque siempre se debe.
Pero no siempre se puede.

"Y si al final 
resulta ser 
una montaña rusa, 
nos montaremos 
en la primera fila 
y miraremos 
al frente. 
El invierno 
lo recibiremos 
con una sonrisa."
(Ex-Colega)

¡Feliz Otoño!
Toca cuidarse y coger fuerzas. 
Nos harán falta.



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