viernes, 22 de septiembre de 2017

Equinoccio de Otoño 2017.


"Gatibu  naukan denborak, 
 bere baitan egositako
 ametsetaz isekaz
   bailegoan".

(El tiempo me tiene cautivo,
como si estuviese
en su interior cocido
con sueños burlescos).

o0o

La vida
es una montaña rusa.
Con subibajas
y estaciones vitales.

Cada año
es una montaña rusa.
Con estaciones,
calor y frío,
lluvia y nieve,
salud y enfermedad,
trabajo y descanso,
familia y amistades 
y/o
quienes no lo son tanto.

Cada día
es una montaña rusa
cotidiana y diferente.

Cada hora
es una montaña rusa
de vida, amor y deseos.

Cada segundo
es una ruleta rusa
a vida o muerte.

Pero no nos damos
demasiada cuenta.
De lo contrario, 
no podríamos vivir.
(Solo en los percances,
accidentes,
enfermedades
y otros momentos
de lucidez
nos percatamos de ello.
Usualmente, 
son cosas 
que les ocurren 
a los demás.)

En el año,
Otoño 
entra 
con humilde
Equinoccio.
Tranquilo y suave,
con sus frutos y hojas,
maduros y llenas de colorido.
La luz solar, la diosa Tierra y el agua han cumplido
su cometido.

A los árboles,
ahora ya,
les falta clorofila,
se impide la fotosíntesis,
(qué pasa con el CO2 y el O2 ?),
los canales de savia
se cierran,
las hojas se colorean
de amarillo~rojizo~marrón,
se secan
y caen a la Tierra,
muertas.

Los árboles
devuelven a la Tierra
en Otoño
las hojas que les prestó
en Primavera, 
y dan a los humanos
los frutos que criaron
en Verano.

Equilibrio
ecológico y simbiótico.
Las hojas secas, 
('orbelak'~ euskaraz),
con tierra y agua,
forman el 'Humus'
vital y mortal.
Micología y Mitología
suenan parecidas,
pero son tan diferentes...
(Hay que saber 
griego 
para conocer 
sus etimologías
y diferenciar
'mýkēs' de 'mýthõs'
o sea,
'hongo' de 'mito').

Vuelta a la rutina,
la escuela y el trabajo,
tras las vacaciones,
a la eterna búsqueda
de la vida y su sentido, 
('Búscate la vida' te dicen...).

Otoño tiene modales
y formas suaves,
pero fondos duros,
inexorables.
Oscurece,
acorta el día,
alarga la noche,
enfría,
desnuda los árboles, 
en un natural 
'striptease',
y nos entrega,
templadamente,
a los rigores
invernales,
comenzando 
con el solsticio, 
disfrazado de fiestas:
Santo Tomás,
Navidades,
Año Nuevo.
Qué bonito...
y áspero.

Así funciona
el ciclo que,
a base de repetirse,
nos acaba desgastando, 
hasta enterrarnos
(o incinerarnos...).

Para buscar
las esencias,
hay que viajar 
en el tiempo 
muy muy atrás.
Mucho más atrás 
que el Indoeuropeo 
Griego 
con su 
Tierra, Fuego, Aire, Agua,
y
llegar al Preindoeuropeo plurimilenario:
▪Minoico,
▪Etrusco,
▪Ibero,
y el 
▪Euskera
(vivo en los
vascos
euskaldunes
viejos y nuevos):

▪Ur ~ (Agua)
▪Su ~ (Fuego)
▪Lur ~ (Tierra)
▪Elur ~ (Nieve)
▪Ama Lur ~ (Tierra Madre)
▪Argi ~ (Luz)
▪Ilun ~ (Oscuro)
▪Urte ~ (Año)
▪Bizi ~ (Vivir)
▪Hil ~ (Morir)
▪Egun ~ (Día)
▪Gau ~ (Noche)
▪Ilargi ~ (Luna)
▪Eguzki ~ (Sol)
▪Uda ~ (Verano)
▪Azken ~ (Último)
▪UDAZKEN ~ (OTOÑO)

Udazkena ondo pasa!
¡Feliz Otoño!
Que se deje disfrutar
(des-frutar: quitar/coger frutos) 
y que se nos haga...largo.

Sobre todo,
no aceleremos
con nuestros deseos
la 'montaña rusa'.
Ella siempre acaba igual
(o parecido),
pero nosotros
cambiamos.
Cada vez,
nos jugamos
la felicidad y la vida,
que no pedimos,
pero
ya no queremos 
perder,
(quizá 
las hemos dado
a otros),
y al final,
las pierdes.

En esta película
no hay misterios,
ni secretos.
Sabemos el final,
y no lo podemos alterar.
(Solo podemos cambiar
la banda musical.
Ésa,
se la ponemos
cada uno de nosotros.)

Que el Otoño
nos sea
leve.

Asko zaindu!
Udazkenean ondo bizi!

o0o





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