domingo, 11 de marzo de 2012

San Mamés, la Catedral, cumplirá 100 años el 21 de Agosto de 2013. Los dos Acedo que jugaron en el Athletic Club de Bilbao.




El próximo jueves, el Manchester United devuelve visita en partido de vuelta al Athletic de Bilbao en San Mamés, donde todos esperamos redondear la impresionante victoria del Athletic en el Old Trafford de Manchester del pasado jueves. Esto me ha hecho recordar que San Mamés se inauguró el 21 de Agosto de 1913, por lo cual el próximo año la Catedral cumplirá un siglo.

A principios del siglo XX, el Athletic quiso construir un campo propio y en Bilbao, ya que tanto el de Lamiako como el de Jolaseta, utilizados hasta entonces, se encontraban muy lejos de la Villa.  Tras muchas gestiones, la Directiva presidida por Alejandro de la Sota encontró el solar que se precisaba, un terreno que pertenecía a los herederos de Novia Salcedo ubicado en la prolongación de la Gran Vía, colindante con el asilo de San Mamés.

Para la construcción del campo se estimó que harían falta unas 50.000 pesetas, que el Athletic no tenía, ante lo cual la Directiva acudió a un  grupo de grandes aficionados del club, para exponerles el proyecto y pedirles su apoyo monetario. Conseguido éste, el 10 de diciembre de 1912 se reunió a los socios en una Junta General Extraordinaria, con el objeto de aprobar la construcción del nuevo campo, objetivo que consiguió la Directiva. Y no sólo eso, sino que además una gran cantidad de socios, mediante suscripción popular, aportaron voluntariamente fondos, desde 1000 pesetas hasta cantidades mucho más modestas, por un montante total de 40.770 pesetas, con lo que las obras empezaron con toda rapidez.



Fragmento del cartel anunciando la inauguración de San Mamés, obra de Aurelio Arteta.


En la tarde del 20 de enero de 1913 se dio comienzo a los trabajos, dirigidos por el arquitecto Manuel María Smith, autor del proyecto del nuevo campo del Athletic. Siete meses más tarde este nuevo campo era una flamante realidad. El costo total de la obra ascendió a 80.962 pesetas, y sus resultados espectaculares.

El campo contaba con capacidad para más de siete mil espectadores, de los cuales tres mil estaban sentados; sobre talud se levantaba una magnífica tribuna de madera de tonos claros, donde estaban instalados los servicios higiénicos para el público y jugadores. Las señoras tenían una instalación aparte, con acceso desde la misma tribuna. A cada lado de ésta, sobre taludes de césped salpicados de macizos de flores, se extendía una terraza desde donde se dominaba todo el terreno de juego, disfrutándose de un estupendo paisaje. Una de estas terrazas, a su vez, disponía de servicio de ambigú y bar. El terreno de juego, sembrado de fina y tupida hierba, hacía el efecto de una inmensa alfombra verde, rematada de una valla ligera y sencilla. La parte interior del muro que rodeaba el campo fue pintada de un color verde suave. Un gran mástil con la bandera del club presidía el terreno.







                      Cuadro de José Arrue. Primer campo de fútbol en San Mamés.
         
   
El público acogió la obra con gran satisfacción, tal como reflejan las crónicas aparecidas al día siguiente de la inauguración. De manera similar se manifestaba Berraondo, jugador de la Real Sociedad y árbitro de este primer partido disputado en San Mamés:

 «Me había figurado que la tribuna era espléndida, que las localidades eran todas cómodas, pero lo que nunca me pude imaginar, lo que realmente nunca pensé es que el campo de juego fuese tan maravilloso. Me daban ganas de coger un balón y correr en el campo con él. Sólo el campo del Chelsea puede compararse con éste, ningún otro».

 Opinión compartida por los componentes del Sheperd´s Bush, equipo inglés invitado a los partidos de inauguración:

 «No hemos visto jamás campo tan bonito. El terreno de juego parece un gran campo de tenis. Es la perfección de lo liso».

 Los bilbainos habían superado a sus maestros británicos, lo cual se está repitiendo…el notable arquitecto D.Manuel Smith podía realmente estar muy satisfecho de su obra.

Todo estaba dispuesto para la gran fecha: 21 de agosto de 1913, día de la inauguración de San Mamés. Las esquinas de Bilbao se poblaron con el anuncio de los tres partidos programados para la inauguración entre el Athletic Club, Racing Club de Irun y Sheperd´s Bush de Londres. El anuncio en cuestión fue un admirable cartel, obra de Arteta. Los precios para presenciar cada encuentro oscilaban entre las 18 pesetas para los palcos con seis asientos, a la peseta de la entrada en general.




               Vista general del Campo de San Mamés el día de su inauguración.

 

El jueves 21 de agosto de 1913, a las 15.30 de la tarde, se abrieron por vez primera al público las puertas de San Mamés. En la Gran Vía se podía observar, hasta la puerta del parque de la Santa Casa de Misericordia donde quedaban aparcados, dos larguísimas filas de automóviles y coches. Por las aceras una interminable muchedumbre se aproximaba a pie al nuevo recinto.

A las 17.15, momentos antes del comienzo del encuentro, San Mamés registró su primer lleno, más de 7000 espectadores. El partido era de la máxima expectación: el Campeón de España, Racing Club de Irún, y el Athletic Club de Bilbao: el resultado final fue de empate a uno. A pesar de que se intuía la grandeza y majestuosidad del campo, pocos podían prever la grandeza que poco a poco fue cogiendo ese, entonces, nuevo terreno: San Mamés, la Catedral.






La alineación del Athletic en el partido de inauguración del campo de San Mamés que enfrentó al Athletic de Bilbao con el Racing de Irún el 21 de Agosto de 1913 fue: Ansoleaga (preparador), Pinillos, Hurtado, Ibarreche, Iceta, José María Belauste, Solaun, Pichichi, Eguia, Aquilino Acedo, Zuazo y Cortadi.

Conviene señalar que en el Athletic han jugado dos Acedo, hermanos, y que el Acedo que jugó en este partido de inauguración del Campo de San Mamés fue Aquilino Gómez-Acedo, hermano mayor de Domingo Gómez-Acedo, Txomin Acedo, quien posteriormente también jugó en el Athletic muchos años,  siendo hasta la fecha el jugador más joven que ha jugado en el club, ganando varias copas, siendo internacional, y jugando en la Olimpiada de Amberes, donde en el famoso partido de los “diablos rojos” marcó el gol de la victoria contra Suecia, que le valió a España la medalla de plata olímpica. Aquilino Acedo está en la foto sentado en el centro encima de la raya blanca y abrazándose las piernas, y dejó el fútbol, por grave lesión de rodilla, algo después, fue el primer jugador a quien el club pagó un par de botas de fútbol, y en el 50 aniversario de San Mamés, en 1963, recibió la insignia de oro y brillantes del club.

A las 17.20 Seve Zuazo puso a rodar el balón. Apenas cinco minutos después Pichichi anotó el primer tanto en la Catedral: “tras un pase de José Mari Belauste desde su campo a Aquilino Acedo, quien lo pasó a Zuazo, quien cede a Moreno (Pichichi), quien desde lejos lanza un fenomenal shoot atravesado, colocando la pelota dentro de la red por uno de los rincones”. Diez minutos después Patricio marcó el gol del empate, resultado con el que finalizó el primer encuentro disputado en San Mamés.


San Mamés desde su nacimiento hasta el día de hoy ha sido considerado un campo modélico, entre otras cosas por haber sabido adaptarse a las necesidades de su tiempo. El viejo campo que hoy día conocemos nada tiene que ver con el proyectado por Smith, es, por el contrario, el producto de múltiples transformaciones realizadas desde 1924, siempre con el mismo objetivo: conseguir un mayor aforo y mayores comodidades para los espectadores.


                                    Vista aérea de San Mamés en la actualidad

 

Pero ha llegado el momento de dar un nuevo paso. San Mamés no da para más, no es factible aumentar la capacidad de las gradas, y mucho menos, adaptarlo a las nuevas demandas sociales. Igual que en los albores del siglo XX se apostó por la construcción de un gran campo, un siglo después estamos ante la misma necesidad: la de edificar San Mamés Barria, una construcción emblemática para el Bilbao del siglo XXI, que cumpla con su esencia fundamental: ser el campo de fútbol del Athletic Club.

A la memoria de mi aitite Aquilino… Aupa Athletic, eta aurrera beti !!!






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