martes, 9 de julio de 2013

Revoluciones tecnológicas y Derechos Humanos.






Los Derechos Humanos han sido formulados, aceptados y aplicados de forma paulatina,  y son inherentes a toda persona,  debido a la dignidad humana.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, la ONU formuló la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, y ha ido evolucionando de forma progresiva, con las llamadas “generaciones” de derechos, tanto en su formulación como en su aceptación, aplicación y control.
Tras la “generación” de Derechos Humanos Civiles y Políticos, llegó la de los Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales, y el proceso continúa.
Actualmente las tecnologías de información y comunicación, así como otras nuevas tecnologías,  constituyen lo que se podría llamar quinta revolución o paradigma tecnológico de los dos pasados siglos. Efectivamente, la primera revolución tecnológica de ese período fue la revolución industrial inglesa de 1771, seguida por la era del vapor y los ferrocarriles desde 1829, la era del acero, la electricidad y la ingeniería pesada desde 1875, la era del petróleo, el automóvil y la producción en masa desde 1908 y la era de la informática y de las comunicaciones desde 1971.
Las tecnologías de la información y comunicación han permitido establecer comunicaciones a escala planetaria, y junto con otras nuevas tecnologías como la ingeniería genética y las biotecnologías, hacen posible por primera vez para la humanidad nuevas formas de ejercer los derechos, pero como todas las conquistas de la ciencia y de la técnica también nuevas formas de dominio.
Por todo ello, es necesaria una nueva “generación” de Derechos Humanos para adaptar los actuales a las nuevas realidades existentes en este contexto tecnológico, el cual afecta a aspectos científicos y tecnológicos, pero también a  aspectos sociales y humanos que deben ser regulados por las instituciones jurídicas y políticas, hasta definir el alcance y ejercicio de esos nuevos Derechos Humanos.
Las sucesivas “generaciones” de Derechos Humanos suponen un proceso continuo de adaptación y redefinición de los mismos, no de su sustitución o eliminación.  Esta quinta revolución tecnológica  en una sociedad que se proclama globalizada, implica la aparición de nuevas necesidades  junto con  nuevos derechos y deberes, y los Derechos Humanos  no son  un conjunto cerrado y acabado.
El mundo y la vida son sistémicos, holísticos,  y cuando algo cambia afecta a todo lo demás. Así pasa con los Derechos Humanos, siempre dejando a salvo  los valores básicos  de la dignidad humana  de la que emanan. La dignidad humana ha solido ser olvidada por  ideologías y comportamientos a lo largo de la Historia, pero no por nuevos paradigmas tecnológicos, cuando son justa y debidamente utilizados en favor de la humanidad.
Sin olvidar a  otras especies y a la naturaleza del planeta en que vivimos,  que no se deben ni se pueden olvidar, pero que no son Derechos Humanos, sino temas de responsabilidad, sostenibilidad y en definitiva Ética.
 
 

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