El reloj de arena ~ (Soneto con estrambote)

En el reloj de arena
de la Vida
caen incansables los granos, 
sin cesar.
Al nacer, están arriba
sin usar.
La cantidad, por suerte,
no es sabida.


Mas de inmediato empieza
su caída.
La Gravedad no les puede
perdonar,
es un flujo inexorable,
sin parar.
Trasvasan sin cesar
en su movida.


Con tiempo, lo de arriba
se vacía.
Abajo, en sincronía,
se compacta.
Pasan los años, transmutan
de alcancía.


Que la Vida se acaba: es cosa
exacta.
Que la Muerte se acerca, cierta
y fría.
¡Alea Jacta Est! y nunca
pacta.


La Nada jamás suelta
lo que capta.
Afróntalo, es tal cual, ¡pobre
mortal!
Nadie puede dar la vuelta
a un reloj tal.

@fga51