viernes, 14 de septiembre de 2018

Dos perlas poéticas del medievo: vislumbrando Ávila en su repoblación (S.XI-XII).







La repoblación de Ávila fue encargada por Alfonso VI a su yerno Raimundo de Borgoña hacia el año 1090, tras la conquista de Toledo, junto con la de Segovia y Salamanca.

(El extremo del Duero cristiano se movía con la frontera y la repoblación.
De Soria a Plasencia y Ciudad Rodrigo.
Sepúlveda fue la primera repoblada con un muy especial fuero de frontera).

Dotada de fueros de frontera, Ávila fue
repoblada con gentes del norte peninsular, muchos de ellos vascones.

Famosa por sus caballeros serranos, jinetes guerreros y ganaderos, y sus milicias concejiles, era una sociedad organizada para la guerra.

Existe una Crónica de la Repoblación de Ávila, datada hacia el año 1255, en la que se narra lo que el pueblo recordaba de lo acontecido desde su repoblación en el año 1090.

El siglo XI fue el de Sancho el Grande de Pamplona, Fernando I,
 Alfonso VI y el Cid, la conquista de Toledo, el románico...

El siglo XII es de leyenda mágica:
Cluny, el Temple, Alfonso VII, Alfonso VIII, Sancho el Sabio de Navarra, Leonor de Aquitania, las Cruzadas, Ricardo Corazón de León, los trovadores, la Chanson de Roland, el Cantar del Mio Cid, las Órdenes Militares, los almorávides, los almohades, y tanto más.
Ebullición. Comienza el gótico.
Navarra empieza a llamarse Navarra.

En el siglo XIII, tras las Navas de Tolosa, la cosa se templa: 
Fernando III el Santo, Sevilla, Alfonso X el Sabio con sus Cantigas, el gótico de pleno...

Ávila estaba en toda esa vorágine que luego pasó, para siempre. Existen documentos medievales reales, catedralicios, etc.
Murallas, iglesias románicas, catedral que Fruchel comienza románica, pero resulta luego la primera gótica de España, de todo.

Sus guerreros fueron temidos por los almorávides y los almohades. Participaron en incursiones, escaramuzas y batallas campales y según sus enemigos musulmanes eran 'jinetes vigorosos'. 

Entre sus hechos de armas 
figuran las batallas de 
Barbacedo (~1100), Alarcos (1195), las Navas de Tolosa (1212), etc.

En esta última, 
las milicias concejiles de Ávila, junto a las de Segovia y Medina del Campo, formaron una de las alas con el rey de Navarra, Sancho el Fuerte, y sus 300 caballeros.

Pero lo suyo eran las luchas cotidianas de frontera, las sierras, las incursiones estacionales y periódicas, el botín y el trajinar de la cruz frente a la media luna.

Vida dura, agitada, breve a veces, de valentías y rudezas, pero llena de emociones y sensibilidad humana.

El río de Ávila es el Adaja, su valle el de Amblés, su historia parece de leyenda y su alma, crisol de gentes valientes y rudas, sensibles y dignas, con honor para dar y regalar: el pueblo en armas.

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PERLA N° 1

♡ EN ÁVILA, MIS OJOS

En Ávila, mis ojos,
dentro en Ávila.
     En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.

(Anónimo ~ S.XII)

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Lírica, donde la haya, no se puede expresar sentimiento más hondo con menos palabras. Es un alma la que habla.

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PERLA N° 2

♧ CANTAR DE ZORRAQUIN SANCHO

Una muy arcaica y hermosísima canción folclórica abulense, que se ha conservado gracias a su inserción en la Crónica de la población de Ávila, escrita hacia el año 1255, pero que narra hechos desde el año 1090 hasta el 1157 más o menos, se quejaba de la excesiva popularidad del héroe francés Roldán (y de su inseparable compañero Oliveros) frente a los caballeros locales, conocidos como caballeros serranos, caballeros-ganaderos, integrados en las milicias concejiles y muy curtidos en la lucha cotidiana en primera linea de frontera y en las estacionales, periódicas y mutuas depredaciónes y en las batallas campales, con o sin el rey, contra almorávides y almohades.

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Dice así:

"Cantan de Roldán,
cantan de Olivero,
e non de Çorraquín Sancho,
que fue buen caballero.
Cantan de Olivero,
cantan de Roldán,
e non de Çorraquín Sancho,
que fue buen barragán.”

(Popular de Ávila, S.XII)

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El Cantar del Mío Cid 
hizo justicia poco después a esta cantada aspiración popular de las gentes de Ávila.
Con creces, claro...
y un poco de leyenda 
(en la de Roldán, casi todo).

Lo de Ávila, 
en cambio, 
es auténtico, 
real: 
la vida misma.

@fga51














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