miércoles, 2 de agosto de 2017

Reflexiones y Lecciones a extraer: Sobre Robert Scott (1868-1912) en la Antártida y la carrera contra Amundsen por el Polo Sur (1911-12).





Introducción.-

No trato de narrar aquí sucesos conocidos por todos, repetidos y documentados hasta la saciedad. Aunque sigan siendo discutidos y opinables. 

Me refiero a la carrera que mantuvieron en la Antártida, a principios del siglo XX (en 1912), el noruego Roald Amundsen y el inglés Robert Scott.

Sabido es que Amundsen y su equipo fueron los primeros en llegar al Polo Sur, y que cuando Scott y su grupo llegaron al Polo Sur ya estaba clavada allí la bandera noruega. Hasta aquí, nada extraordinario.

Sin embargo, en su viaje de vuelta, Scott y sus cuatro camaradas, los cinco componentes del grupo, no recibieron la asistencia de trineos con perros, a pesar de que Scott lo había ordenado por escrito antes de su partida. Como consecuencia, una combinación de agotamiento, hambre y frío extremo provocó las muertes de los cinco exploradores.

Pero la muerte de Scott y los suyos durante su desastroso regreso Polar, convirtió todo el evento en una épica hazaña, en la que resultó más favorecido por la opinión pública Scott,   fracasado y muerto, que Amundsen, vivo y triunfador.

Paradojas de la vida que ya nos dan para ir reflexionando un poco. (Ése es el objeto de este articulito).

Scott lo dejó todo escrito con detalle, hasta su muerte: peculiar coraje el suyo.

Hechos.-

[Me sirvo de Wikipedia y de otras referencias]

En la Antártida, Scott tuvo noticia de la presencia de Amundsen, que había acampado al este de la posición británica, con su equipo y un gran contingente de perros, pero Scott se negó a modificar su agenda para hacer frente al desafío que le planteaba Amundsen, escribiendo:

• "Lo adecuado, así como el camino más sabio para nosotros, es proceder exactamente como si eso no hubiera ocurrido".

Reconociendo que la base del noruego estaba más cerca del Polo Sur y que su experiencia con los perros era formidable, Scott tenía la ventaja de viajar por una ruta ya abierta por Shackleton.

En 1911 Scott escribió:

• "Estoy seguro de que estamos tan cerca de la perfección como la experiencia nos puede llevar."

El hecho es que iniciaron la marcha en condiciones bastante precarias: 

• Sin perros, con los hombres tirando de los trineos. 
• Sin buenas prendas de piel de reno. 
• Con una cantidad de alimentos que resultó escasa.

El 20 de octubre de 1911, once días antes de que los equipos partieran, Scott dio al encargado de los trineos de perros las siguientes instrucciones escritas para asegurar un regreso rápido con la ayuda de los trineos:

• "Hacia la primera semana de febrero quisiera que iniciaras tu tercer viaje al sur, con el objetivo de acelerar el regreso de la Tercera Unidad del sur (el equipo polar) y así darle una oportunidad de alcanzar el barco. La fecha de tu partida dependerá de las noticias que te den las unidades que vayan regresando, del tamaño del depósito de comida para perros que hayas sido capaz de crear en el campamento, del estado de los perros,[... ] Por tanto, preveo que deberías reunirte con el grupo de regreso hacia el 1 de marzo en la latitud [...]".

El grupo elegido prosiguió su marcha y alcanzó el Polo Sur el 17 de enero de 1912, pero 'sólo' para encontrarse que los noruegos de Roald Amundsen lo habían hecho cinco semanas antes. La angustia de Scott ante este descubrimiento quedó reflejada en su diario:

• "Lo peor ha sucedido."

• "Todos los sueños del día se han evaporado."

• "Dios mío, este lugar es horrible."

El desmoralizado grupo de exploradores comenzó el viaje de retorno el día 19 de enero de 1912. Al día siguiente Scott escribió:

• "Me temo que el viaje de regreso va a ser terriblemente agotador y monótono."

Durante el regreso, Scott alcanzó el punto de encuentro con los trineos de perros tres días antes de lo previsto (hay razones para dudar de tal afirmación).
Así, anotó en su diario el 27 de febrero de 1912:

• "Estamos naturalmente debatiendo siempre la posibilidad de encontrarnos con los perros, dónde y cuándo, etc. Es una situación crítica. Podríamos encontrarnos a salvo en el siguiente depósito, pero hay un horrible elemento de duda."

Para el 10 de marzo la temperatura descendió de manera imprevista hasta −40° C y era evidente que los trineos de perros no iban a llegar:

• "Los perros que podrían haber sido nuestra salvación han fallado de manera evidente. Supongo que [XX] (el encargado de los animales) ha tenido un mal viaje de vuelta a casa. Es un miserable jaleo."

[Sin embargo, eso no parece ser exacto. Dos hombres, con los perros, le esperaron durante una semana. Scott no llegó, y al cabo de una semana retornaron a la base, donde llegaron casi muertos de hambre.
Lo cierto es que, cuando Scott y sus dos colaboradores restantes pararon en el campamento que acabó siendo su tumba, se encontraban a tan solo 11 millas de donde les esperaban con los perros. O sea, no pudieron más, a 11 millas de la salvación: ¡tremendamente trágico!.
Hubiesen podido volver a casa vivos (aunque 'perdedores', por no haber sido los primeros en pisar el Polo Sur, honor que se ganó de modo limpio y eficaz Amundsen y su equipo).
También parece ser que Evans murió porque andaba más lento que los demás y no le esperaron. Y en el caso de Oates, que por su mal estado estaba retrasando al grupo, la decisión de suicidio, aunque suya, fue sutilmente 'sugerida': Scott repartió pastillas de suicidio a todos 'por si hacía falta'.]

Las perspectivas del grupo empeoraron mientras avanzaba hacia el norte con un tiempo cada vez peor, congelación, ceguera de las nieves, hambre y agotamiento.

En una carta de despedida fechada el 16 de marzo, Scott se preguntó si habría superado el punto de encuentro y luchó contra la sospecha de si habían sido abandonados por los equipos con perros:

• "Casi llegamos, y es una lástima, pero últimamente he sentido que hemos superado nuestro objetivo. Nadie tiene la culpa y espero que no se intente sugerir que nos faltó apoyo."

El 16 de marzo, Oates, cuya condición se había deteriorado por el empeoramiento de una antigua herida de guerra hasta el extremo de no poder caminar, salió voluntariamente de la tienda de campaña y se alejó hasta morir congelado. Scott dejó escrito que sus últimas palabras fueron:

• "Voy a salir fuera y puede que por algún tiempo."

Los tres miembros restantes del grupo montaron su último campamento el 19 de marzo. Al día siguiente una fuerte ventisca les impidió hacer ningún progreso, y en los siguientes nueve días, con sus suministros agotándose, los dedos congelados, la luz escasa y las tormentas azotando el exterior de la tienda, Scott escribió sus últimas palabras, a pesar de haber renunciado a continuar su diario el 23 de marzo, para concluir así:

• "Última entrada. Por el amor de Dios, cuidad de nuestra gente".

Dejó cartas dirigidas a las madres de Bowers y Wilson, a varias personas importantes como su antiguo comandante Sir George Egerton, a su propia madre y a su esposa.
También escribió su "Mensaje al público", esencialmente una defensa de la organización y conducta de la expedición en la que atribuía el fracaso del grupo al mal tiempo y otras desgracias, pero finalizando con una inspiradora nota que dice:

• "Tomamos riesgos, lo sabíamos, las cosas han ido en nuestra contra y por lo tanto no tenemos motivo de queja, sino solo someternos a la voluntad de la Providencia, determinados todavía a hacer lo mejor hasta el final… Si hubiéramos vivido, debería haber contado la historia de la audacia, resistencia y coraje de mis compañeros, que han llenado el corazón de todos los ingleses. Estas ásperas notas y nuestros cadáveres deberán contar la historia. Sin duda, un gran país como el nuestro se encargará de que todos los que dependen de nosotros estén adecuadamente provistos."

Se presume que Scott murió el 29 de marzo de 1912, un día después de escribir estas notas. Las posiciones de los cuerpos en la tienda de campaña cuando fueron descubiertos ocho meses después sugieren que Scott fue el último de los tres en fallecer.

Los cuerpos de Scott y sus compañeros fueron descubiertos por un grupo de búsqueda el 12 de noviembre de 1912. También se recuperaron sus escritos.

Su último campamento se convirtió en su tumba, pues se erigió un montículo de nieve sobre él coronado por una cruz cristiana. En enero de 1913, antes de que el Terra Nova zarpara de vuelta, los carpinteros del barco elaboraron una gran cruz de madera, sobre la que se inscribieron los nombres de los fallecidos y una línea del poema 'Ulises" de Alfred Tennyson:

• "Esforzarse, buscar, encontrar y no ceder».

La cruz se colocó como memorial permanente en lo alto de la colina Observation Hill, sobre el campamento.

El mundo supo de la tragedia cuando el barco Terra Nova llegó a Nueva Zelanda, el 10 de febrero de 1913. 

Pocos días después 
Scott se convirtió en un icónico héroe británico​ y el fervor patriótico del Reino Unido se despertó.

Los supervivientes de la expedición fueron extensamente honrados a su retorno, con medallas polares y ascensos para el personal naval.

En lugar del nombramiento de caballero que habría recibido su marido si hubiera sobrevivido, a su mujer Kathleen Scott se le garantizó el rango y la distinción de viuda de caballero comandante de la Orden del Baño. En 1922 ella se volvió a casar y se convertiría en Lady Kennet. Fue una firme defensora de la reputación de Robert Scott hasta su muerte, en 1947 a los 69 años (sólo hubiera faltado, claro...).

Tanto Amundsen como Shackleton estaban:

• "Sorprendidos al escuchar que una expedición bien organizada pudiera haber sufrido tal desastre."

Al conocer los detalles de la muerte de Scott, se afirma que Amundsen dijo que:

• "Renunciaría a cualquier honor y dinero si así pudiera salvar a Scott de su terrible muerte."

(Scott sabía expresarse mejor que Amundsen y su historia recorrió el mundo gracias a sus escritos, mientras que la innegable victoria de Amundsen quedó mermada).

La respuesta a la petición final del escrito de Scott, en nombre de los familiares de los fallecidos, fue enorme para los estándares de entonces. El Fondo Memorial Mansion House Scott cerró con 75 000 £ (unos 5,5 millones de libras actuales). Esta cantidad fue desigualmente distribuida entre la viuda de Scott, su hijo, madre y hermanas, la viuda de Wilson, la madre de Bowers y la viuda, hijo y madre de Edgar Evans.

En los doce años siguientes al desastre se erigieron más de treinta monumentos y memoriales solo en el Reino Unido: desde simples reliquias a la fundación del 'Instituto de Investigación Polar Scott' en Cambridge. Se le hicieron otros honores en el extranjero.

El mito de Scott sobrevivió tras el período de la Segunda Guerra Mundial y más allá del 50º aniversario de su muerte.

En 1966 Reginald Pound, el primer biógrafo que tuvo acceso al diario del trineo de Scott, reveló fallos del explorador que arrojaron nueva luz sobre su figura, aunque también continuó ensalzando su heroísmo con frases que lo definían como dotado de:

"Una espléndida salud mental que no fue sometida".

En la década siguiente se publicaron más libros, algunos de los cuales desafiaban hasta cierto punto la opinión pública sobre Scott. El más crítico de todos ellos fue 'Scott's Men' (1977) de David Thomson, que opinaba que el explorador británico no fue un gran hombre:

• "Al menos, no hasta el final". Describió su planificación como "azarosa" y "defectuosa" y su liderazgo como falto de previsión.

Así, a fines de la década de 1970, en palabras de Jones:

• "La compleja personalidad de Scott había sido revelada y sus métodos cuestionados".

En 1979 se produjo el ataque más despiadado contra Scott con la publicación de la biografía dual de Amundsen y Scott por parte de Roland Huntford, quien describe al explorador británico como:

"Un chapucero heroico".

La opinión de Huntford tuvo un impacto inmediato y se convirtió en la nueva ortodoxia. Este autor incluso desafía su heroísmo a la hora de encarar la muerte y ve el 'Mensaje al público' de Scott como:

• "Un engaño de autojustificación de un hombre que ha llevado a sus camaradas a la muerte".

Tras la publicación de este libro, desbancar a Scott de su mito se convirtió en algo común. En 1996 Francis Spufford, en una historia no totalmente contraria a su figura, se refiere a:

• "Las evidencias devastadoras de su torpeza". 

y concluye que:

• "Scott condenó a sus compañeros y luego cubrió sus huellas con retórica".

El escritor Paul Theroux resume a Scott como:

•  "Confuso y desmoralizado […] un enigma para sus hombres, sin preparación y chapucero".

A principios del siglo XXI se ha visto un cambio de opinión favorable a Scott, en lo que la historiadora de la cultura Stephanie Barczewski llama:

 • "Una revisión de la visión revisionista".

El relato 'The Coldest March' escrito por la meteoróloga Susan Solomon en 2001 relaciona el destino del grupo de Scott con las condiciones climatológicas extraordinariamente adversas que se dieron en la barrera de hielo de Ross en febrero y marzo de 1912, y le atribuye más peso a estas que a los fallos personales de organización, aunque admite la validez de algunas de las críticas negativas vertidas sobre el explorador.

En 2004 el explorador polar Sir Ranulph Fiennes publicó una biografía que es una firme defensa de Scott y una refutación clara de Huntford. No en vano, el libro está dedicado:

• "A las familias de los muertos difamados".

Fiennes fue después criticado en el artículo de otro revisionista por la naturaleza personal de su ataque a Huntford y por la aparente presunción de que sus propias experiencias como explorador polar le otorgan a él una autoridad única.

En 2005 el historiador David Crane publicó una nueva biografía de Scott que, según Barczewski, pretende de alguna manera una evaluación de Scott:

• "Libre del peso de las anteriores interpretaciones".

Crane afirma que todo lo que ha sucedido con la reputación de Scott deriva de la forma en que ha cambiado el mundo desde que se creó este mito:

•"No es que lo veamos de forma distinta a como lo vieron sus contemporáneos, sino que lo vemos igual e instintivamente no nos gusta".

El principal logro de Crane es, según Barczewski, la restauración de la humanidad de Scott:

• "Mucho más eficaz que la estridencia de Fiennes o los datos científicos de Solomon".

El columnista del Daily Telegraph Jasper Rees, haciendo un símil entre los cambios en la reputación de los exploradores y las variaciones climáticas, sugiere que:

• "En los actuales informes sobre el clima antártico, Scott está disfrutando de sus primeros rayos de sol en veinticinco años".

El New York Times Book Review fue más crítico, señalando que el apoyo de Crane a Scott desacreditó algunas afirmaciones sobre las circunstancias de la liberación del hielo del barco Discovery, empleado en otra expedición previa de Scott, y concluye que:

• "Entre todos los atractivos de su libro, Crane no ofrece respuestas convincentes que exoneren a Scott de una significativa culpa en su propia muerte."

En 2012 Karen May publicó su descubrimiento sobre que Scott había dejado unas órdenes escritas antes de partir hacia el Polo Sur, dirigidas a Cecil Meares, para que el grupo polar se encontrara con equipos de trineos de perros. Este dato contrasta con lo que afirmó Roland Huntford en 1979, según el cual Scott emitió estas instrucciones vitales tan solo como unas órdenes orales a Evans durante la marcha hacia el Polo. Según May:

• "El escenario descrito por Huntford es pura invención basada en un error y ha llevado a los historiadores polares por un lamentable camino equivocado".

Conclusiones.-

Toda esta interesantísima hazaña histórica me plantea reflexiones sobre:

• La banalidad del liderazgo, el heroísmo y la fama: condicionados por intereses personales, sociales, nacionales y de todo tipo.

• La certeza de la muerte: modos de afrontarla y sus repercusiones para supervivientes, compañeros, familiares y naciones.

• La competición motivada por la opinión de la gente: la supuesta importancia de ser el primero, en vez del segundo...

•  El sentido de la vida (y de la muerte) de cada protagonista: prioridades personales.

• La evolución en la opinión e imagen según transcurre el tiempo (para cada lugar en particular), según el punto de vista de cada cual, y los datos de que disponga para emitir juicios de valor, sobre acciones o decisiones que no se han conocido de primera mano, por no haberlas vivido en aquel momento y circunstancias.

• La total influencia de los creadores de opinión y de los media, o grupos de poder para justificar o no a cualquier persona o acción, logro o fracaso, y la poca o nula presencia de la ética en la configuración de una opinión o de la misma Historia.

• Llegar el segundo ¿es fracasar?.

• ¿Por qué murieron?...¿Cuatro por las decisiones de Scott?, pero el propio Scott...¿por su culpa, por culpa de la naturaleza, por culpa del Imperio Británico, o por...competir con Amundsen.?

• Si hubiesen ido juntos (Scott y Amundsen) ¿no hubiera sido mejor para todos?.

• Su condición de militar y marino, así como la propia expedición, que era militar, ¿condicionó sus decisiones?.

• Fíjense en sus ropas de protección.

• ¿Se han percatado de lo que tardaban las noticias apenas hace un siglo? Según de donde, muchos meses, y se esperaba una respuesta, ya ni les cuento....

Esto implicaba una autonomía mayor, una responsabilidad mayor,  de la que luego había que rendir cuentas, un ritmo de vida más lento y otras maneras de actuar. Espacio, tiempo y sociedad eran distintos que en la actualidad. 

Ahora las comunicaciones son instantáneas, con lo bueno y lo no tan bueno que ello implica. Nuestro espacio, tiempo y sociedad son muy acelerados, multitarea, neurociencias, biotecnologías, bioética, genética, etc.

Y en un futuro nada lejano puede llegar a ser demencial y exponencial: sin tiempo para pensar, reflexionar, meditar, discernir, aprender, vivir, etc...
Todo es para ya, aquí, ahora, a la vez. Afecta ya, y afectará a las ciudades, la vida, el trabajo, el estudio, el transporte, las relaciones, los viajes, el urbanismo, las comunicaciones, los media, Internet, redes, era digital, industria 4.0, armamento, ciencia, inteligencia artificial, robots, misile, drones, educación, economía, finanzas, política, o sea: todos los aspectos de la vida humana.

Y ahora nos 'preparan' para el Transhumanismo, el Posthumanismo y la Postbiología: adiós a la biología, las emociones y la corporalidad.
Memorias incorpóreas en soportes no
biológicos: inmortales e incorpóreos.

¡Adiós, Humanidad!, tu tiempo ¿ha pasado?.

Y ahora, visto lo visto, piensen Uds:

• Quién fue más héroe, más ético, mejor líder, mejor gestor, mejor planificador, más valeroso, más eficaz, más inocente (o culpable), más responsable, en esta nuestra historia de hoy.

• Quién tuvo más medios, más experiencia, más mérito.

• Qué más 'daba': nadie se apropió del Polo Sur.

Yo no lo sé.

Lo que sí sé es que:

• El segundo en llegar al Polo Sur fue Scott con su grupo. Murieron en el empeño y se han vertido al respecto ríos de papel y tinta.


Y también sé que:

• El primero en llegar fue Amundsen con su grupo, que regresaron, figuran en la Historia y se ha dicho más bien poco al respecto.

(Uno era noruego, el otro británico: el Imperio Británico existía entonces en su pleno vigor y las Guerras Mundiales aún no habían tenido lugar).

Mérito, valor, fama, riesgo, premio o descrédito..., vida o muerte:

• ¿Qué hubiesen hecho Uds.? 

• ¿Quién obtuvo más? 

• ¿Sólo importa ser el primero? 

• ¿Qué es 'para siempre' y qué no? 

• ¿De qué y de quién depende?

• ¿Hubiesen actuado igual de haber sabido que, años después, su hazaña podría llevarla a cabo un dron o un robot con inteligencia (artificial o no) portando sus correspondientes banderas nacionales? ¡Vaya chasco...!¿O no es lo mismo?
[Para otros menesteres parece que sí, o al menos eso dicen, cuando se trata de industria o de guerra. Entonces ya se dice que sobramos. Pero los que lo dicen, en cambio, quieren vivir mucho tiempo, incluso llegar a ser inmortales y vivir (o durar) por toda la Eternidad: νήπιοι]

▪¡Casi se me olvida!:
Cuando, según dicen algunos 'sabios' e instituciones, la Humanidad tenga que irse a vivir fuera de la Tierra (no sé a dónde ni cómo...): 

• ¿Quién decidirá quiénes se van y quiénes se quedan? 

• ¿Estarán de acuerdo el 'resto'? (me temo lo peor para los pobres, las minorías y los débiles en general, llegado el caso).

• ¿Para qué le habrán valido toda la Historia y Hazañas Bélicas, competiciones incluidas, a esa Humanidad doliente y sobrante?

• ¿Habrá 'empatía' (democracia, igualdad, libertad, libre albedrío, etc.) para los menores, mayores, no eficaces, no 'útiles', redundantes, sobrantes, discapacitados y 'sustituibles' en general?

• ¿Preferirán el dinero, los robots, la inteligencia artificial y el consabido 'sálvese quien pueda'?

• ¿Alguien recordará que l@s human@s tenemos valor 'per se', pero no precio (no somos 'cosas')?

A ver si va a ser verdad que la especie humana es 'poco recomendable' y de 'poco fiar'...(algunos de sus individuos, ya se ha visto que sí).

A l@s human@s nos gustan más los cuentos que la Historia...

Amundsen se caracterizaba por su raciocinio y humildad.
El raciocinio le inducía  a planificar y experimentar bien y no dejar cabos sueltos ni detalles sin prever.
La humildad le llevaba a tener un buen liderazgo con su equipo y corregir sus propios fallos sin empacho.
(Para aprender eso ahora los directivos van a hacer masters, pero logran poco, porque es algo innato. Se puede hacer 'porque hay que hacerlo', pero si no eres así, se nota mucho, y es aún peor).

Que cada cual saque sus propias conclusiones: seguro que las vamos a necesitar. 





▪"I may say that this is the greatest factor: the way in which the expedition is equipped, the way in which every difficulty is foreseen, and precautions taken for meeting or avoiding it. Victory awaits him who has everything in order, luck, people call it. Defeat is certain for him who has neglected to take the necessary precautions in time, this is called bad luck."
(Roald  Amundsen)





▪"The English have loudly and openly told the world that skis and dogs are unusable in these regions and that fur clothes are rubbish. We shall see — we shall see."
(Roald Amundsen)


▪"Every day some new fact comes to light - some new obstacle which threatens the gravest obstruction. I suppose this is the reason which makes the game so well worth playing."
(Robert F. Scott)








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